Esta novelista, poeta, guionista y dramaturga mexicana ha dedicado su vida al noble arte de las letras.
Carmen Boullosa es una escritora, poeta y dramaturga mexicana. Tiene una mente ágil y un discurso sincero, además de una personalidad humilde; pues su grado de soberbia es nulo. Es una mujer culta, que sabe en dónde está parada.
Estudió Letras Hispánicas en la Universidad Iberoamericana y en la UNAM, pero se confiesa una mala estudiante. “Vivía a salto de mata, no tenía soporte familiar, tenía prisa, no entendía que la vida es larga.
Mi mamá había muerto a los 36 años, posiblemente esto me daba una idea del paso del tiempo diferente. Estudié bastantes cursos con maestros maravillosos, aprendí mucho… pero no me recibí. No tenía las ganas de ser parte del estatus quo, yo era diferente, era única y cometí el error de no terminar una licenciatura o continuar con mis estudios”.
Época de aprendizaje
Pero Carmen amaba leer y escribir, por ello hizo carrera en la literatura y dio clases en Columbia y en Nueva York. “Cuando veía a mis alumnos pensaba ‘Qué lástima que me perdí ese tiempo’… Pero creo que he hecho una carrera académica, puesto que he dado clases, he sido parte del cuerpo académico de la universidad pública. He dado muchas conferencias. Tengo una vida post académica o pre académica, como lo quieran ver”.
En la Ibero, Carmen se sentía un poco fuera de lugar, aceptó estudiar ahí porque su papá, ex alumno de la universidad, se lo pidió y financió. Ahí un profesor notó el potencial de Carmen y le dio un consejo que Boullosa recuerda con cariño.
La Ibero “era la prolongación de mi escuela de monjas, donde había estudiado la primaria, secundaria y prepa. Un mundo cerrado, la mayoría éramos mujeres en una carrera MTC (Mientras Te Casas): Letras. Y un profesor me dijo: ‘Tú eres escritora’. Él me conminó, primero me lo dijo en corto: ‘Carmen, te tienes que ir de la Ibero, vete a la UNAM, vas a crecer en la UNAM’. Y luego en público, frente al salón: ‘Hay gente que aquí está perdiendo su tiempo y esa es Carmen Boullosa, Carmen Boullosa tienes que estar en la UNAM’. Y lloré y lloré, yo era muy frágil.
Al llegar a Ciudad Universitaria, Carmen sintió como si despertara, era el semillero perfecto para que ella floreciera. “Estaban ahí Adolfo Castañón, Coral Bracho… me abrió todo un mundo, a veces veía pasar a Arreola, por desgracia no tomé clase con él. Y aunque fui inconstante, siempre he creído que la UNAM es mi casa”.
Su etapa favorita
“La que estoy haciendo, siempre lo que me gusta más es lo que estoy haciendo”. Carmen confiesa que en este momento de su vida es novelista, acaba de publicar un nuevo libro.
Además, su primer editor Juan Pasco, quien hace los libros a mano, 100 copias solamente, le publicó un poemario.
“Sigo siendo la que soy, toda mi vida sigo siendo la que soy y quiero seguir siendo la que soy hasta que el cuerpo aguante. Hay algo que me ha dado la literatura y que ha terminado por ser muy satisfactorio. Por la muerte de mi mamá y una hermana mía, yo sentía que la muerte me iba a alcanzar y tuve un instinto de fuga. Siempre abandonaba, siempre salía corriendo. Las novelas me han dado la posibilidad de practicar mi huida hacia otro universo, construyendo”.
Defensora de las mujeres
Recientemente, Carmen se presentó en el Festival Letras en Tepic 2018, en donde dialogó con Guadalupe Loaeza y Rose Mary Salum sobre el movimiento #MeToo. Carmen piensa que estos eventos alimentan su espíritu y hacen clic con su “instinto de fuga” sin destruirla. “Si yo no hubiera tenido esta profesión, quién sabe que hubiera sido de mí”.
Carmen se puso nerviosa, pero abordó el tema con entusiasmo. “Lo más padre de la mesa fue tener el diálogo con dos escritoras muy diferentes… Guadalupe Loaeza es una loca formidable… el diálogo fue precioso. La energía del público fue extraordinaria, había muchos hombres, eso me llamó la atención. Creo que la mesa sirvió para iluminar desde un ángulo mexicano este fermentar de un movimiento que será lo único bueno que nos deje el malévolo, mediocre y repugnante señor Trump”.
“Él ha provocado esta irritación, ¿por qué? Porque la gente no votó por una mujer que era muy superior a él, en todos los sentidos. Pero no votaron por ella, porque era mujer. Y esa misoginia ha quedado exhibida”. Carmen cree que esta expresión es muy importante y valiosa, pero como surgió de la rabia también es peligrosa, pues puede llevarnos a una situación de injusticias.
Boullosa está ansiosa por continuar escribiendo su nueva novela, pero también disfruta de los placeres sencillos de la vida, como comer un callo de hacha o sentarse en la plaza de Tepic, a ver a las familias jugar. Tal vez esa sencillez sea la clave para la poesía de sus letras.