"Son más de 900 hermanos (de la etnia) pemones que están desplazados", denunció en rueda de prensa Olnar Ortiz, representante para comunidades indígenas de la ONG Foro Penal. Los nativos se encuentran en campamentos de la ACNUR) en Brasil.
Cientos de indígenas de la etnia pemón han buscado refugio en Brasil tras fuerte "persecución política" y violencia derivada de la minería ilegal a manos de grupos armados afines al régimen de Nicolás Maduro.
"Son más de 900 hermanos pemones que están desplazados", denunció en rueda de prensa Olnar Ortiz, representante para comunidades indígenas de la ONG Foro Penal. Los nativos se encuentran en campamentos de la Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), añadió.
Según Ortiz, el éxodo se aceleró tras la muerte de siete personas en la comunidad indígena de Kumarakapay, en el fronterizo estado Bolívar (sur), durante el fallido intento de pasar por la frontera donaciones de Estados Unidos en alimentos e insumos médicos el pasado 23 de febrero.
Los incidentes dejaron además 57 heridos por arma de fuego y 62 detenidos entre el 22 y el 28 de febrero, apuntó el activista. Los cargamentos habían sido gestionados por Juan Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de medio centenar de países, encabezados por Estados Unidos.
Indígenas asesinados por intentar pasar alimentos. El gobierno de Nicolás Maduro bloqueó las donaciones, que la oposición también intentó ingresar desde Colombia, al denunciarlas como "una excusa" para iniciar una intervención militar en Venezuela. Ortiz destacó que el desplazamiento de comunidades indígenas venezolanas hacia Brasil está igualmente relacionado con la acción de "grupos armados" que se disputan el control de la minería ilegal en Bolívar, región con ricos yacimientos de oro.
Un indígena murió y tres resultaron heridos en diciembre pasado en un operativo militar en Canaima. Varios hechos de violencia se han registrado en la zona en los últimos años. El 10 de febrero de 2018, otra incursión militar en una mina de la localidad de Guasipati se saldó con 18 muertos, y en agosto de 2017 un choque entre presuntos delincuentes y militares en El Callao dejó ocho fallecidos.
La población de Tumeremo también fue conmocionada en marzo de 2016 por la matanza de 17 mineros, cuyos cuerpos fueron localizados en una fosa común, y otra masacre de 11 personas fue denunciada allí meses después.