Para la directora del Centro para la Diversidad en Gestión Global del IE Business School, quien se refiere a las implicaciones de la economía colaborativa, se deben crear organizaciones que estén basadas en el cambio continuo y generen espacios donde la innovación y la creación sean permanentes.
En entrevista con América Economía, la directora del Centro para la Diversidad en Gestión Global del IE Business School, Celia de Anca, analizó lo que implica la economía colaborativa en el nuevo escenario global.
Para la académica, “hay una tendencia desde los años 80' en ser menos individuales y más colectivos. Eso en los últimos años y con la tecnología se ha disparado y permitido la creación de nuevas maneras de funcionar que ayuda a buscar nuevos productos y escenario”.
- ¿Por qué la economía colaborativa se ha convertido en uno de los aspectos más importantes de la era digital?
Durante mucho tiempo, la gente se consideraba individualista dado que en los últimos 100 años la participación y contribución se suponía que era del individuo. Sin embargo, a partir de los años 80' se ha visto cada vez más que las personas no sólo colaboran individualmente si no que también en colectivo. Eso en los últimos años y con la tecnología se ha disparado y permitido la creación de nuevas maneras de funcionar que ayuda a buscar nuevos productos y escenarios. Hay negocios que han surgido fuera del sistema y la cuestión es cómo ahora las empresas tradicionales pueden también captarlo para no perder su modelo de negocio.
En cualquier empresa que tiene muchos trabajadores, en su mayoría lo más jóvenes, que se pasan horas contribuyendo de manera gratuita en una multitud de comunidades onlines como Facebook, hay una necesidad de poder contribuir a un grupo en el que uno se siente afín con su talento individual. La incógnita está en cómo una empresa puede capturar e incluir dentro de su estrategia esta tendencia, porque esta situación es muy clara cuando se habla de empresas nuevas y un poco al margen de la tradicional.
- ¿Qué están haciendo las empresas para integrar la economía colaborativa dentro de su estrategia organizacional?
Muchas empresas están formando grupos alrededor de una idea que se puede haber generado de manera individual para llevarla adelante. Sin embargo, estos entornos colaborativos son cortos, al contrario de las antiguas tribus. Uno sólo se junta para hacer un proyecto y cuando finaliza se disuelve y van por otro.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Google. La empresa tiende a organizar un grupo que no sólo desarrolla un proyecto en especifico si no que tienen un porcentaje de tiempo para pensar en nuevas ideas que pueden llevarse a cabo en el tiempo.
Bajo este escenario, se podría decir que el mundo está tan organizado en comunidades, fundamentalmente a partir de la tecnología, que era una tendencia casi filosófica que ya estaba viniendo después de una larga época de individualidad, y eso evidencia que el mundo viene más colectivo.
En un mundo tan conectado y en grupos tan distintos, las personas tienen un conocimiento ya no solamente de sus capacidades si no de lo que quiere el mercado porque están conectados con grupos muy diversos. Entonces es ese conocimiento, no es sólo de sí mismo y de los saberes técnicos, si no por donde van los tiros y es lo que la organización debe capturar.
- Si bien la economía colaborativa es fundamental para el desarrollo de una idea o negocio, la diversidad también podría ser un complemento que colabore con ese fin. En ese sentido, ¿Qué se necesita para que las empresas sean más diversas?
Lo que las empresas deben crear son entornos de igualdad o de equidad en los cuales la diferencia no se castigue, porque si no uno se la queda para uno.
En las escuelas de negocios funcionan mejor los grupos de trabajo porque hay personas que vienen de entornos muy diversos. Sin embargo, si se crean entornos en los cuales la diferencia se acepta y que contribuyan a un bien común, se puede generar riqueza.
- ¿Qué tendrían que hacer las empresas para crear esos entornos?
Para avanzar se debe emerger de manera natural. Es mejor crear un proyecto y pedir que la gente se sume, ya que eso crearía identidades de destino y ya no identidades de origen. Ayuda a la gente a identificarse con sus identidades de destino.
En España y países árabes donde he trabajado más, los grupos informales son muy importantes en las organizaciones. Uno se va a tomar café muchas veces entre mujeres sobre todo en ambientes que están más masculinizados como la banca.
Esos grupos informales están muy bien, pero muchas veces impiden conocer a otros. Entonces, muchas veces para la diversidad no es tanto una movilidad vertical si no casi incluso horizontal.
- ¿Qué conlleva realizar una anticipación estratégica?
Sobre todo para innovación, esto conlleva a utilizar la diversidad o mentalidad colaborativa a la hora de anticipar por donde van a ir los mercados y los productos.
Es anticipar, conociendo las comunidades que integran la organización, dejar ese tiempo para que puedan generar quizás nuevos productos, entornos de mercados, nuevos escenarios. Entonces se necesita por una parte contextos que generen comunidades de destino y luego canalizar muy bien esas ideas.
Algunas empresas hacen concursos de ideas cada 6 meses que podrían dar nuevos lugares a productos, entornos y mercados.
Cabe destacar que se anticipa poniendo la escucha muy activa en las comunidades que integran la organización porque muchas de ellas están muy relacionadas con las comunidades externas que son los clientes.
- ¿Cómo se podría llevar el pensamiento tribal al terreno de las empresas?
Sobre todo observado bien y creando entornos donde las tribus puedan surgir y juntándose con otro para generar proyectos. Además, creando canales para que las ideas que puedan ir surgiendo de nuevos modelos, proyectos o negocios puedan desarrollarse dentro de la organización. Es crear un entorno muy interactivo, porque se debe tener en cuenta que antes el ciclo de cualquier producto podía durar diez años y ahora se habla de dos a tres años. Hay que crear una organización que este basada en el cambio continuo y genere espacios donde la innovación y la creación sean permanentes.
Imágenes | IE Business School