Patrice Chapon es igual a chocolate, bombones, tabletas y sus cuatro bares de mousse de chocolate en distintas versiones, preparada cada una con cacaos provenientes de distintas partes del mundo. De hecho la más vendida es la de cacao venezolano.
El cacao venezolano cautiva, inspira, enamora. Por él suspiran los chocolateros del mundo entero y muchos se montan en un avión para conocer su origen, su terroir, con la misma devoción de un novio que cruza fronteras para encontrar a su amada.
Uno de estos enamorados, es el mundialmente reconocido chocolatier Patrice Chapon quien desde sus inicios guarda maravillas para compartir. Trabajó en la casa real inglesa. De hecho, alguien de la familia real le solicitó que, con rosas de los jardines de palacio, creara en vez de mermeladas, un sorbete. Al parecer gustó entre los miembros de la familia pero al equipo de Chapon no le gustó. Quizás es porque en esa época el sentido del gusto no estaba acostumbrado a comer sorbetes de rosas.
Chapon es igual a chocolate, bombones, tabletas y sus cuatro bares de mousse de chocolate en distintas versiones, preparada cada una con cacaos provenientes de distintas partes del mundo. De hecho la más vendida es la de cacao venezolano. Las colas para poder comprar un cono relleno de esta delicia son infinitas, tanto que la chef Maria Fernanda Di Giacobbe nunca ha logrado pedir uno en las exposiciones donde él se presenta.
Sus tiendas están forradas en chocolate, su logo con tres niños jugando refleja lo que lo inspira: su infancia. Y en alguna de sus tiendas es probable encontrarse con un maravilloso carro antiguo.
Patrice estuvo recientemente en Venezuela para dar una cata con algunos de sus productos y dictó un taller para enseñar algunas de sus recetas más famosas. Aprovechó su estadía para conocer cacaoteros, la casa Franceschi y pasear entre varios terroir para entender el sabor de nuestro cacao.
Para empezar, el cacao venezolano casi no ha tenido plagas porque el trato de los cacaoteros es muy natural y genuino. Hay un profundo respeto por el fruto, el árbol y todo su proceso. Esto hace que todos sus sabores sean equilibrados.
Otra cosa que disfrutó fue que entre productores no existe competencia y el sistema de las plantaciones es totalmente orgánico donde la producción es lo más natural posible que, a diferencia de otros países, se ha tenido que forzar todo.
También compartió que el cacao venezolano es tan delicado, que debe recibir un trato especial ya que es muy fácil que se dañe.
Algo que le preocupa es el alto costo que ha adquirido el cacao y sueña con que todos los chocolateros del mundo tengan acceso a él pagando un precio justo pero no impagable.
Tendencia de sabor
Patrice Chapon comparte que antes el consumidor buscaba un sabor estándar en el chocolate. Hoy en día la gente busca un sabor propio.
Bombones y tabletas son la tendencia pero en las tabletas la gente quiere un producto que además de estar bien trabajado se sientan sus matices además de tener menos azúcar.
Hoy en día la alta demanda viene de potencias nacientes como Asia, India y Rusia.
Próximamente, Cacao de Origen y Chapon confeccionarán una barra de chocolate, edición limitada, llamada Macuare.
* Nota El Estímulo