"Voy a aceptar esa propuesta del presidente Chávez con el fin de que se fortalezcan los procesos democráticos", dijo Zelaya, quién se reunió en la víspera con el mandatario venezolano.
Caracas. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, otorgó el sábado al depuesto mandatario de Honduras, Manuel Zelaya, un cargo político en el organismo de cooperación internacional impulsado por su gobierno, Petrocaribe.
Chávez dijo hace una semana que estaría dispuesto a reconocer al nuevo gobierno de Honduras si los países de Centroamérica decidieran aceptar también el nuevo orden institucional surgido tras el golpe de Estado militar, que separó del poder el año pasado a su aliado Zelaya.
"Se va designar al presidente Zelaya coordinador jefe del consejo político de Petrocaribe", dijo el canciller venezolano Nicolás Maduro, hablando en nombre del presidente Chávez, durante un acto con militantes del partido oficial PSUV.
Chávez había dicho que podría reconocer al gobierno del recientemente electo Porfirio Lobo, si este aplicaba condiciones que le permitieran a Zelaya volver a la escena política de Honduras, incluso después de haber llegado a prometer que derrocaría cualquier gobierno que ocupara el lugar de su aliado.
"Voy a aceptar esa nominación y esa propuesta del presidente Chávez con el fin de que se fortalezcan los procesos democráticos del continente", dijo el derrocado líder hondureño, quién se reunió en la víspera con el mandatario venezolano.
Petrocaribe es un convenio creado en 2005 por Chávez para vender petróleo a precios preferenciales a países de Centroamérica y el Caribe y por el cual se despachan unos 121.000 barriles de crudo diarios.
El convenio incluye a Venezuela, Cuba, Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Dominica, Grenada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Surinam.
Honduras también formó parte del organismo hasta que el mandatario venezolano suspendió los despachos de crudo hacia el país cafetalero, después de que militares expulsaran a Zelaya de la empobrecida nación, bajo respaldo de empresarios y políticos.