El mandatario también pidió desoír los numerosos rumores de golpe de Estado y crisis gubernamental que se propagan estos días por redes sociales como Twitter y Facebook.
Caracas. El presidente Hugo Chávez advirtió el miércoles que radicalizará su revolución socialista para enfrentar la creciente tensión política en Venezuela, mientras se arriesga a perder la mayoría en la Asamblea Nacional en las elecciones legislativas de septiembre.
La popularidad de Chávez, clave para el éxito de sus aliados en los comicios, está bajo presión luego de que la crisis económica lo obligó en enero a devaluar la moneda en momentos en que el país sufre frecuentes cortes de luz y agua por una grave sequía y años de desinversión en el sistema.
En medio de esta situación, el Gobierno anuló la señal por cable del canal opositor RCTV, que ya sacó del aire en 2007, buscando polarizar a la población, una táctica que le ha dado resultado en otras contiendas electorales, según analistas.
Estudiantes han protagonizado esta semana varias protestas para apoyar o rechazar la medida que amenaza con calentar las calles cuando apenas comienza la campaña y que ya han dejado un saldo de dos jóvenes muertos, uno de tan sólo 15 años.
"Van a ir otra vez por el camino de la desestabilización. Lo que pudieran lograr, se lo voy a advertir de nuevo, sería un efecto contrario a lo ustedes quieren señores escuálidos, que nosotros decidamos acelerar más los cambios", dijo Chávez en el controvertido programa La Hojilla, de la televisión estatal.
El miércoles, universitarios realizaron pequeñas marchas y concentraciones en varias partes del país, algunas de la cuáles fueron dispersadas por la policía, y dijeron que preparan nuevas movilizaciones esta semana.
"Nos mantendremos en la calle. Esperemos que haya luz en el país y que transmitan los problemas de inseguridad", dijo Miranda Ponce, estudiante de una universidad privada de la capital, en declaraciones recogidas por un diario local.
El mandatario también pidió desoír los numerosos rumores de golpe de Estado y crisis gubernamental que se propagan estos días por redes sociales como Twitter y Facebook, asegurando que son parte de la "propaganda de la oligarquía" para desestabilizar al Gobierno y generar el caos.
La oposición asegura que el crimen, la inflación y el racionamiento eléctrico incrementan sus opciones en los comicios, pero analistas advierten que una nueva ley electoral hace más difícil a sus adversarios ganar escaños mientras que la devaluación dará a Chávez ingentes fondos para su campaña.
Radical por militar. En una señal de su radicalización, el mandatario nombró al ministro de Agricultura y Tierras, Elías Jaua, nuevo vicepresidente del país petrolero, luego de que el coronel Ramón Carrizalez renunciara al cargo por motivos personales.
"El camino es largo y aquí nos ha traído a una nueva trinchera de combate. Para mí esto no es un cargo de jerarquía, no es un privilegio, es un compromiso con usted, con la revolución y con nuestro pueblo", dijo Jaua.
Sociólogo de 40 años, Jaua acompaña a Chávez desde que llegó al poder en 1999 y forma parte de un grupo oficialista que proviene de la izquierda estudiantil, considerado más radical e ideológico que la facción militar del Gobierno.
"Es una persona de mucha confianza del presidente, que ha tenido posiciones muy radicales toda su vida desde sus tiempos en la Universidad Central de Venezuela, donde era un dirigiente estudiantil muy combativo", dijo Carlos Machado Allison, analista agroalimentario de instituto IESA.
El nombramiento pone de relevancia una vez más que el presidente cuenta con un reducido círculo de confianza para los altos cargos ejecutivos del Gobierno, donde suele rotar a un puñado de nombres entre las diferentes carteras, otorgando en ocasiones a una sola persona varios cargos.
"El presidente se está rodeando de su grupo más cercano. (A Jaua) Le está dando muchísima responsabilidad. No va a tener tiempo, como ser humano, de atender tantos problemas", dijo Manuel Cipriano Heredia, presidente de Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga).
Como ministro de Agricultura, Jaua lideró la toma de tierras ociosas y la guerra al latifundio que Chávez considera el eje central de su llamada "revolución agraria", una política muy criticada por analistas y empresarios privados.
Además, el nuevo vicepresidente ocupó la cartera de Economía Popular y fue ministro de la Presidencia, uno de los puestos más cercanos al mandatario.
"(El presidente lo nombró) por su juventud, la capacidad de desempeño demostrado y la comprensión que sabemos tiene Elías Jaua de lo que es el proyecto Simón Bolívar, precisamente, la profundización del proyecto revolucionario", dijo el diputado oficialista Ulises Daal.