"Habrá lecciones por aprender. Nuestra industria aprenderá de ellos", aseguró el presidente de la petrolera, y destacó que aunque nunca se podrá eliminar el rieso, si se puede mitigar.

Houston. La seguridad en las operaciones petroleras dominó la agenda en la reunión anual de accionistas de Chevron Corp el miércoles, mientras el enorme derrame desde un pozo de BP continúa imparable en el Golfo de México.

John Watson, quien tomó la presidencia ejecutiva de la segunda mayor petrolera del país este año, resaltó la mejora en los niveles de seguridad de la firma en una industria que dijo nunca podría eliminar por completo el riesgo.

"Pero podemos mitigar el riesgo", dijo Watson en la reunión en la que se abordó la explosión y hundimiento de la plataforma de perforación que operaba para BP que luego dio paso al derrame. "Habrá lecciones por aprender. Nuestra industria aprenderá de ellos, nuestra industria los compartirá", afirmó.

En la reunión anual de accionistas de Chevron, el tema de un juicio millonario por contaminación ambiental en Ecuador también fue abordado.

Esta semana, Chevron pidió a las cortes ecuatorianas que dejen de lado los dichos de un experto que aseguró que la empresa debe pagar US$27.000 millones por la contaminación

La demanda es contra Texaco, que Chevron compró en el 2001, por contaminar la selva y dañar la salud de los residentes locales al derramar 68.000 millones de litros de agua contaminada entre 1972 y 1992.

Watson expresó su pesar por los daños ambientales que dieron lugar a la demanda, pero dijo que Texaco había hecho su parte para remediarlo, y culpó de los problemas persistentes a la petrolera pública Petroecuador, que asumió la responsabilidad de las operaciones allí.

Durante la sesión de preguntas y respuestas, Antonia Juhasz, autora de "The Tyranny of Oil" (La Tiranía del Petróleo), criticó fuertemente el desempeño ambiental de Chevron antes de unirse a un grupo de ecologistas que llegó hasta la sede de la reunión para protestar contra la firma.

Cerca de tres docenas de manifestantes, entre ellos algunos disfrazados de tortuga, aguardaron a los accionistas a su salida de la oficina de Chevron en el centro de Houston. Los manifestantes fueron acorralados luego por varios agentes de policía local.