Con la ayuda del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y fondos del gobierno alemán, el mayor productor mundial de cobre incluirá desde 2020 en su presupuesto el componente para ponderar el "gasto climático".
Santiago.- Chile aplicará un modelo financiero para medir las inversiones necesarias para combatir los efectos del cambio climático, como la vasta desertificación del suelo, anunció este martes el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.
Con la ayuda del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y fondos del gobierno alemán, el mayor productor mundial de cobre incluirá desde 2020 en su presupuesto el componente para ponderar el "gasto climático".
"En la actualidad nuestro país no cuenta con un detalle de las finanzas públicas relevantes al financiamiento de la acción climática, por lo que la falta de información dificulta la toma adecuada de decisiones", comentó Larraín a periodistas.
El ajuste permitirá "evaluar las necesidades de inversión en infraestructura basada en los costos de inacción, es decir, incorporar el análisis de cuál es el costo de no implementar medidas inmediatas y oportunas", agregó.
El funcionario agregó que la iniciativa responde a los compromisos asumidos en materia climática por la nación, que será sede este año de la conferencia climática COP25.
"Los terrenos amenazados por la desertificación superan el 60% del territorio nacional (...) contar con una estimación de cuáles son las inversiones críticas que debemos realizar para abordar el tema de la desertificación y erosión del suelo tiene gran impacto", comentó.
Larraín dijo que promocionará la iniciativa a una próxima reunión en Washington de la coalición de ministros para la acción climática. La metodología CPEIR ya se aplica en más de 30 países, incluyendo a Colombia y Ecuador.
En junio, Chile emitió un bono verde a 30 años por US$850 millones, convirtiéndose en el primer emisor de este tipo de papeles en América Latina.