El Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello de Chile entregó los resultados del segundo capítulo del Estudio Nacional de Salud 2017, llamado “Evaluación del Gobierno en Materia de Salud”, cuyo trabajo de campo fue efectuado por la empresa GFK Adimark, durante mayo y junio de este año.
Los datos muestran un duro revés para el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Aunque en general las evaluaciones son reprobatorias tanto con el Gobierno de Sebastián Piñera como en el de su primer periodo. El actual Gobierno obtiene la peor calificación en materia de salud con una nota promedio de 3,4, mostrando que casi un 80% de población del país reprueba su desempeño en esta materia. Específicamente, es el segmento de los mayores (sobre 61 años) donde la evaluación cae drásticamente en comparación de los periodos anteriores.
El académico del Instituto de Salud Pública de la UNAB, doctor Manuel Inostroza, señaló que “resultaba evidente el fracaso de las ideas, capacidad de gestión y políticas del equipo de salud de la Presidenta Bachelet. No obstante, esta es la misma situación en los dos últimos gobiernos, de signo político distinto, lo que nos debiera desafiar a construir una propuesta de Estado para el próximo periodo presidencial”.
Respecto a la valoración del desempeño de las autoridades de gobierno relacionadas a la Salud, el panorama es aún más crítico, ya que ninguno de los evaluados -entre los que se cuenta Jeanette Vega (directora de Fonasa), Carmen Castillo (ministra de Salud), Gisela Alarcón (subsecretaria de Redes Asistenciales) y Sebastián Pavlovic (superintendente de Salud)- supera la nota 4,0.
Consultados los encuestados por la confianza que tienen respecto a si el Gobierno de Bachelet resolverá sus problemas de atención de salud, un 77,3% da una respuesta negativa, mientras que una cifra similar (77,4%) asegura que no ha resuelto sus problemas de salud.
Castillo obtiene un 3,7 de nota promedio, cuatro décimas menos que su par Helia Molina en 2014 (4,1), y misma nota que Jaime Mañalich en el Gobierno de Piñera.
Consultados los encuestados por la confianza que tienen respecto a si el Gobierno de Bachelet resolverá sus problemas de atención de salud, un 77,3% da una respuesta negativa, mientras que una cifra similar (77,4%) asegura que no ha resuelto sus problemas de salud.
En el estudio, además, se aprecia que un alto porcentaje de encuestados admite no tener confianza en que las medidas de salud -como la creación de un Fondo Nacional de Medicamentos para pacientes crónicos; mejorar la cobertura de salud dental para las mujeres, niños y jóvenes que egresan de cuarto medio; construir hospitales entre el 2014 y 2017; desarrollo de un plan nacional de formación de especialistas, entre otras- se resuelvan en el Gobierno de Michelle Bachelet.
“La desconfianza se explica por las enormes dificultades que ha tenido este Gobierno en cumplir con sus promesas de construcción de hospitales y otras mejoras en el modelo de atención, que han impedido una solución más eficaz a las listas de espera que hoy afectan a toda la población, aunque en especial a ciertos grupos como los adultos mayores”, acotó Inostroza.
La confianza en que las medidas se concreten en este Gobierno cae drásticamente respecto de 2015. En particular, baja 3,6 puntos la confianza en que se desarrolle un Plan Nacional de Formación de Médicos Especialistas entre 2015 y 2017, y en 3,1 puntos se reduce la confianza sobre la construcción de nuevos hospitales.
En cuanto a los responsables de la atención en el Sistema Público de Salud, los encuestados acusan al Ministerio de Salud, en conjunto con la Superintendencia de Salud, de las listas de espera, compra de servicios a privados y la supervisión de oportunidad y calidad. Fonasa no sería a juicio de la ciudadanía responsable de estos temas. En tanto, que el Ministerio de Salud fue el que obtuvo la máxima reprobación en todos estos ítems.