La Comisión de Constitución del Senado despachó en particular el proyecto que lo despenaliza a partir de tres causales. Entre las indicaciones incorporadas a la iniciativa, se aprobó un polémico artículo que amplía la objeción de conciencia a todo el equipo profesional que ingresa al pabellón.
La Comisión de Constitución del Senado de Chile despachó en particular el proyecto que despenaliza el aborto a partir de tres causales. Entre las indicaciones incorporadas a la iniciativa, se aprobó un polémico artículo que amplía la objeción de conciencia a todo el equipo profesional que ingresa al pabellón.
Para la médico, exministra de Salud y académica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago de Chile, Helia Molina, la objeción de conciencia es un acto individual y no colectivo. Por lo tanto, no está de acuerdo con ampliarlo a los equipos mencionados.
“Quien efectúa un aborto es un médico y, como tal, lo lógico es que la objeción de conciencia la realice el ejecutor del acto quirúrgico, que es él. En todas partes funciona así”, enfatizó.
Aunque la especialista reconoció que la indicación representa un “mal menor” en el marco de la tramitación de la iniciativa, indicó que este punto no es lo más deseable.
En esta misma línea, aludió a los análisis realizados por el Colegio Médico que demuestran que el 80% de los médicos están a favor de realizar un aborto en las tres causales consideradas, por lo que descarta que se produzca una crisis en caso de que, eventualmente, se ratifique la ampliación de la objeción de conciencia en el Congreso.
“Estoy segura de que en el sistema de salud pública, esto será excepcional”, remarcó.
Pese a que prevé que la oposición más fuerte al proyecto se dará en instituciones de salud privadas, es optimista en que se dará una discusión adecuada en el Parlamento para que la ley se cumpla a cabalidad.
Equipos certificarán y denunciarán violaciones
En otro orden, la Comisión de Constitución del Senado también determinó que equipos conformados por un ginecólogo, una matrona, un psicólogo y una asistente social serán los responsables de constatar la ocurrencia de una violación, determinar si procede la realización de un aborto y poner los antecedentes a disposición del Ministerio Público. La denuncia por parte de la víctima, en este caso, no será una condicionante.
Molina destaca este punto como positivo. “Lo ideal es que la víctima denuncie, pero el acto médico no puede estar condicionado a que esté hecha la denuncia. Considero que esto es un logro”, afirmó.
La especialista aclaró que esta modificación al proyecto no agregará más burocracia a la hora de realizar un aborto, ya que practicar este procedimiento no quedaría condicionado a la conclusión de una investigación penal. Es decir, solo funcionará como una notificación de que el equipo médico decidió desarrollar este acto quirúrgico, tras constatar la violación.
Por último, señaló que en la tramitación, el proyecto de despenalización del aborto ha sufrido modificaciones relevantes que lo han alejado de su espíritu inicial. Sin embargo, concluyó que “la política es el arte de lo posible y, por eso, debe aceptarse que, democráticamente, hay cosas que no funcionan de acuerdo a la voluntad propia, aunque se tenga la convicción de estar en lo correcto”.