Se trata de una enfermedad de transmisión sexual que, a diferencia de otras como el VIH, no es tan conocida.
Con el paso del tiempo, la información sobre las ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) es cada vez más accesible para todo tipo de personas. Aún así, estos últimos años se ha registrado un incremento respecto a las cifras de personas que las padecen, ya sea porque al fin deciden realizarse un chequeo o porque aún las advertencias no son suficientes.
No obstante, también el aumento puede relacionarse por el desconocimiento de algunas enfermedades o infecciones de este tipo, como -por ejemplo- algunas que han contado con campañas más visibles como el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Adquirida) o el VPH (Virus del Papiloma Humano), en relación con otras más “desconocidas” como la gonorrea y la clamidia.
Respecto a esta última, no sólo existe poco conocimiento de sus síntomas, sino que también de su contagio y los exámenes para detectarla. Al respecto, el médico Eduardo Faúndez Preller, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Bupa Santiago, explicó a BioBioChile cómo se desarrolla esta ITS, que se estima que padecen más de 300 mil chilenos.
Un test poco conocido
El médico detalló que la Chlamydia trachomatis (su nombre científico) “es una bacteria intracelular que puede alojarse en diversas zonas del organismo, aunque lo hace principalmente en el área genital, provocando una infección asintomática o enfermedades tales como anexitis, salpingitis, uretritis, linfogranuloma, conjuntivitis, faringitis, entre otras”.
Precisó que ésta es trasmitida principalmente de forma sexual, o sea, al mantener relaciones sexuales con alguien infectado. A pesar que el médico detalla que “su contagio puede prevenirse eficazmente con el uso regular de preservativo”, en caso de entablar una relación con alguien, y decidir no usar condón, es primordial testear esta bacteria con exámenes para saber sí se padece o no.
Lo anterior, considerando que no siempre sus síntomas son visibles. “Más de la mitad de los casos son asintomáticos”, explica el experto.
“En el momento de la infección puede haber síntomas de uretritis en el hombre o de descarga vaginal en la mujer, que cede espontáneamente a los pocos días. En la mujer, la clamidia puede ascender en el tracto genital y generar lo que se llama ‘enfermedad inflamatoria pélvica’, caracterizada por cuadros de dolor pélvico crónico y dolor al tener actividad sexual”, detalla sobre algunos posibles síntomas.
En tanto, según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., algunos síntomas visibles de la clamidia podrían ser:
En mujeres: Flujo vaginal anormal, que puede tener un fuerte olor. Sensación de ardor al orinar. Dolor durante las relaciones sexuales. Si la infección se propaga, es posible presentar dolor abdominal bajo, náuseas o fiebre.
En hombres: Secreción del pene. Sensación de ardor al orinar. Ardor o picazón alrededor de la abertura del pene. Dolor e inflamación en uno o ambos testículos, aunque esto es menos común.
En tanto, si la clamidia infecta el recto puede causar dolor rectal, secreción y/o sangrado tanto en hombres como en mujeres.
Si no es tratada, Faúndez advierte que “con el paso del tiempo, por los ciclos de inflamación y cicatrización de las trompas, puede generar infertilidad” en la mujer.
Debido a que algunos síntomas detectables se pueden confundir fácilmente con otras ITS o ETS, como la uretritis o la aparición de fluidos poco frecuentes, el médico aconseja a quienes tienen una vida sexual activa a realizarse un test llamado PCR para detectarla.
En concreto, este test busca DNA de clamidia en el organismo (a través de la sangre), y también hay otro que consiste en orinar en un recipiente que es analizado posteriormente. En algunos casos -para confirmar el diagnóstico- se piden muestras de células de la uretra, vagina, cuello uterino o ano, que son extraídas por el médico con un hisopo.
La importancia de este examen radica en los efectos que tendrá la clamidia en el cuerpo. Según el doctor, ésta puede ser tratada de forma eficaz con antibióticos si es detectada precozmente.
“Por otro lado, si es detectada de manera tardía, también puede erradicarse con este tipo de medicamento, pero el daño ya realizado en el tracto genital puede llevar a infertilidad por oclusión de las trompas de falopio debido a la infección”, dice y destaca que aún así la infección no es mortal de manera directa.
En tanto, el doctor además aclara que “también puede ser transmitida por madres infectadas a sus recién nacidos al pasar por el canal del parto. En estos casos son frecuentes los casos de conjuntivitis o faringitis por clamidia en los niños”.
Más de 300 mil chilenos
Un dato importante entregado por el médico Eduardo Faúndez es que alrededor de 300 mil personas en Chile tienen clamidia. “Actualmente, existen seis estudios de prevalencia en Chile hasta la fecha, los cuales revelan tasas de infección de entre un 7% y un 9% de la población sexualmente activa”, detalla y explica que representa un aumento en los últimos años.
Según el médico, una de las causas podría relacionarse con la disminución en el uso de preservativos en Chile. De la misma forma, explica que la falta de costumbre de realizarse chequeos médicos también puede ser una causa.
“Esta ITS afecta principalmente a hombres y mujeres jóvenes, quienes aún no tienen la costumbre de realizarse chequeos médicos. En general, las mujeres que ya han sido madres tienen cultura del control ginecológico habitual, lo que facilita en ellas la pesquisa de ITS. Sin embargo, los controles ginecológicos deberían realizarse una vez al año”, dice.
¿Qué hacer si padeces clamidia?
Respecto a quienes han sido diagnosticados con clamidia, Eduardo Faúndez, les aconseja informar a su pareja para que también acuda a realizarse exámenes y reciba tratamiento. “Una de las principales causas de fracaso del tratamiento es no haber tratado a la pareja, con lo que se puede producir una reinfección rápidamente”, dice.
Por su parte, el psicólogo Carlos García, de la Universidad de Concepción, recomienda a los pacientes diagnosticados con ETS “informarse al respecto de su condición, para así poder adaptarse en sus rutinas de vida a poder llevar y mantener este estado en su cotidianidad”.
De la misma forma, García aconseja no ocultar estos padecimientos y “buscar apoyo con familiares y personas de confianza en cuanto al tema”. Y destacó: “Lo no recomendable en estos casos es hacer caso omiso de la tenencia de ETS, no informarse, y sobre todo estigmatizarse”.
“Se recomienda no caer en estigmas sociales hacia sí mismo, lo que afectaría el autoconcepto y la autoestima del individuo”, detalló el psicólogo.
Respecto a las personas que quieren establecer una relación amorosa tras ser diagnosticados, Carlos García recomienda “establecer un vínculo de confianza con la pareja, tanto interpersonalmente como sexualmente (obviamente siempre utilizando protección), para poder lograr un entendimiento de la pareja y a la vez alcanzar la empatía necesaria para poder convivir de manera sana y segura con esta condición”.