En los lugares menos honrosos de la nómina se mantienen Nicaragua, Venezuela y Bolivia.
Chile mantuvo el primer puesto en el ranking de competitividad que anualmente elabora la Escuela de Negocios Aden, que considera a 18 economías de América Latina y evalúa variables como cobertura de necesidades básicas, aspectos institucionales, infraestructura, estabilidad macroeconómica, salud, educación, expectativas de población, competencia en los mercados, eficiencia en las relaciones laborales y el acceso a la tecnología.
En el segundo lugar se ubicó Panamá, conservando la plaza alcanzada en 2012. En tanto, Costa Rica trepó una posición hasta el tercer escalón. Brasil, por su parte, se elevó al cuarto puesto en el ranking de este año, desde el sexto obtenido hace doce meses.
En las ubicaciones menos honrosas quedaron Honduras, que perdió un lugar y pasó al 15, en tanto que Nicaragua, Venezuela y Bolivia permanecieron en las posiciones 16, 17 y 18, en cada caso.
En el informe, Aden destaca que Guatemala, Paraguay, República Dominicana, Honduras y Nicaragua observan “retrasos competitivos derivados de problemas de inseguridad, inestabilidad macroeconómica e infraestructura”, problemas que derivan en dificultades para atraer inversión proyectos extranjeros.
Ricardo Greco Guiñazú, presidente de Aden Business School, explicó también que el factor corrupción es uno de los que más daña la competitividad en cualquier país. “Hay que actuar sobre la corrupción para mejorar el entorno competitivo, porque es un elemento que lesiona severamente la competitividad”, agregó.
Apuntó además que la competitividad influye en la mejora en los niveles de pobreza, ya que las buenas condiciones de inversión redundan en menores niveles de desempleo, desaceleración de la inflación, avances en infraestructura, mejora en aspectos institucionales, salud y educación, así como un mayor acceso a tecnología.