La Corte Suprema ordenó al Servicio de Salud de Concepción pagar una indemnización de $20 millones (US$ 31.513) a los padres de un recién nacido de 22 días que murió en 2011 tras sufrir tos convulsiva, más conocida como “coqueluche”, y quien fue erróneamente diagnosticado con bronquitis. Por lo mismo, recibió el tratamiento equivocado.
Este martes, la Corte Suprema ordenó al Servicio de Salud de Concepción pagar una indemnización de $20 millones (US$ 31.513) a los padres de un recién nacido de 22 días que murió en 2011 tras sufrir tos convulsiva, más conocida como “coqueluche”, y quien fue erróneamente diagnosticado con bronquitis. Por lo mismo, recibió el tratamiento equivocado.
El caso se remonta a julio de 2011, cuando el lactante J.P.C.S. nació en el Hospital Regional de Concepción en condiciones normales, por lo que fue dado de alta y entregado a sus padres.
Sin embargo, al pasar los días, los padres detectaron síntomas de una posible enfermedad respiratoria en el recién nacido, por lo que acudieron al Hospital de Florida.
En el lugar fueron atendidos por uno de los médicos de turno, quien diagnosticó una bronquitis y envió de vuelta a casa al lactante con medicamentos; sin realizar exámenes además del físico.
Sin embargo, en los días siguientes el paciente empeoró y tras una nueva consulta con un médico particular, este fue trasladado al Hospital Regional de Concepción, donde esperó horas para ser hospitalizado y derivado a la Unidad de Cuidados Intensivos.
Fue en esa oportunidad que los padres del lactante fueron informados de que, en aquella época, existía un brote de “coqueluche” que era de conocimiento público y sabido por parte de las autoridades sanitarias, lo que hacía pronosticar una posible negligencia en el diagnóstico y tratamiento.
Tras días de hospitalización, el lactante J.P.C.S. falleció, lo que causó la indignación en los padres y, tras enterarse de lo anteriormente mencionado, acudieron a la Justicia para buscar una indemnización por parte del servicio responsable.
Después de 6 años de tramitación, la Corte Suprema decidió fallar a favor de los demandantes y ordenó al Servicio de Salud de Concepción, entidad encargada, pagar 20 millones (US$ 31.513) de pesos a los padres de J.P.C.S.
“Parece evidente que no se adoptaron todas las providencias que el caso ameritaba. En este aspecto, se obvió por completo la gravedad del cuadro clínico que presentaba el paciente, en relación a los riesgos que presentaba y más allá del diagnóstico de síndrome de bronquitis obstructiva leve, nada impedía la práctica de exámenes que permitieran corroborarlo. Existe un funcionamiento tardío del servicio de salud demandado, pues sólo a partir de la actividad de los padres del paciente, que insisten en la gravedad de su estado llevándolo a un pediatra particular y luego a un centro especializado, es que finalmente se le practicaron los exámenes que permitieron comprobar la existencia de coqueluche y el suministro de los medicamentos que el caso ameritaba; falleciendo finalmente”, declaró la Corte al respecto.