Estas medidas ya se han implementado en EE.UU. y tienen coherencia con las recomendaciones de la OMS.

Mientras en varios países las autoridades investigan y prohíben los vaporizadores por sus posibles efectos negativos para la salud, el Gobierno chileno tiene en la mira a estos sustitutos de los cigarrillos pero por otro motivo: cobrar más impuestos.

Durante una entrevista transmitida conjuntamente por las radios chilenas, el presidente Sebastián Piñera adelantó la medida como parte de los esfuerzos del gobierno por obtener más recursos para financiar reformas como respuesta al estallido social que ha sacudido al país en recientes semanas.

"Igual como los cigarrillos están gravados con impuestos, tienen restricciones a su publicidad, vamos a hacer lo mismo con los vaporizadores", dijo el mandatario.

"En Estados Unidos están prohibidos porque está demostrado el tremendo efecto dañino que produce a la salud y especialmente a los jóvenes, que son atraídos y transformados en verdaderos adictos", agregó.

En EE.UU. veinte estados y el Distrito de Columbia ya han aprobado impuestos a cigarrillos electrónicos y vapeadores

El mandatario no aportó mayores detalles de la medida, que se sumaría a un ajuste del sistema tributario que ya agrega unos US$ 2.000 millones adicionales de recaudación.

El gobierno ha anunciado una nueva agenda social para intentar responder a las protestas sociales que han derivado muchas veces en violentos enfrentamientos, dejando al menos 26 muertos, miles de heridos, violaciones a los Derechos Humanos denunciadas por la ONU y cuantiosos daños materiales a infraestructura pública y privada.

La propuesta del gobierno chileno tiene coherencia con la postura de la Organización Mundial de la Salud sobre cómo detener el consumo de tabaco: la OMS indica que "la opción más eficaz y rentable para todos los gobiernos consiste simple y llanamente en aumentar el precio del tabaco, aplicando impuestos sobre el consumo".

Respecto a vapeadores e impuestos, es algo que ya se está implementando en EE.UU.: veinte estados y el Distrito de Columbia ya han aprobado impuestos a cigarrillos electrónicos y vapeadores, esto según datos de la organización estadounidense Campaign for Tobacco-free Kids.