A pesar de los daños que hubo en algunos de los estadios de las zonas afectadas, el presidente de la ANFP aseguró que de obtener la copa "el país va a estar preparado para organizarla".
Santiago. Los daños causados por el devastador terremoto que afectó a Chile no le impiden ser sede de la Copa América 2015, dijo el sábado el presidente del fútbol local al referirse a la opción de que Brasil concrete finalmente la cesión del certamen que debe realizar ese año.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha mostrado dispuesto a ceder a Chile el torneo que su país ya organizó en cuatro ocasiones, y el que el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, quien termina su mandato la próxima semana, se ha empeñado en conseguir.
Los enormes daños que ocasionó a la infraestructura del país el terremoto de 8,8 grados ocurrido la semana pasada en las zonas centro y sur de Chile, provocó también deterioros en algunos de los estadios de la zonas afectadas.
Harold Mayne-Nicholls, presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), afirmó que se mantiene la ilusión de organizar el tradicional torneo continental, que por calendario le corresponde a Chile realizar en el 2019.
"Si Brasil llegara a ceder la Copa América en el 2015 yo no veo ninguna razón para que no se pueda realizar. Hasta el día de hoy Brasil no lo ha hecho, pero si llega a cederla el país de más va a estar preparado para organizarla", dijo Mayne-Nicholls a Reuters vía telefónica.
"Sería un motivo más de traer alegría a tanta gente que ha sufrido con este terremoto, así es que sería espectacular poder tenerla", agregó el principal dirigente del balompié local sobre la opción de que Chile se convierta por séptima vez en sede del torneo continental.
Además de la Copa América, Brasil ha sido designado como sede del Mundial del 2014 y la ciudad de Río de Janeiro debe organizar los Juegos Olímpicos del 2016.
El peor desastre natural que ha azotado a Chile en medio siglo, y que incluyó una serie de tsunamis en el borde costero, deja hasta el momento como saldo: 452 de víctimas fatales, cientos de desaparecidos y unos 2 millones de damnificados.
Especialistas calcularon inicialmente en US$30.000 millones los destrozos causados por el sismo.