El ausentismo en la zona devastada por el sismo y los tsunamis, que es una de las más dinámicas de Chile con industrias forestales, pesqueras y de turismo, está complicando la reactivación de la burocracia estatal.
Constitución. Las autoridades de Chile trazan planes de reconstrucción, pero seis días después del sismo la gente está aún paralizada por el miedo.
En la ciudad costera de Constitución, barrida este sábado por los tsunamis que siguieron al terremoto de magnitud 8,8, muchos se niegan a volver al trabajo.
"Trabajo en la industria forestal, pero no me he presentado al trabajo. Tenemos miedo. No voy a dejar a mis hijos, mi casa y mi familia sola", dijo Zacarías Rodríguez, de 42 años.
Las réplicas constantes, como una poderosa de magnitud 6,6 que sacudió la zona en la mañana de este viernes, no hicieron más que reforzar el trauma.
El presidente electo Sebastián Piñera, un empresario que asumirá la próxima semana las riendas de un país en estado de conmoción, ha prometido reconstruir las áreas devastadas.
En Constitución ya fue restablecida la electricidad y el viernes brotaba agua potable en la mayoría de los grifos de la ciudad de unos 50.000 habitantes.
Decenas de jubilados hacían fila en la mañana del viernes frente al único banco abierto para cobrar sus pensiones.
Máquinas removían escombros, levantando nubes de polvo que se mezclaban con las moscas y el olor a putrefacción.
Pero, el ausentismo en la zona devastada por el terremoto y los posteriores tsunamis, una de las más dinámicas de Chile con industrias forestales, pesqueras y turismo, está complicando la reactivación de la burocracia estatal.
Un sólo funcionario se presentó este viernes a trabajar en el registro civil de Constitución.
"Hay mucha gente que no se ha presentado a trabajar por miedo o porque perdió su casa, perdió a familiares", dijo Francisco Soto, que viajó desde la norteña ciudad de Copiapó para ayudar en el registro civil.
"Hay una sola funcionaria trabajando y en la réplica que sentimos recién se tapó los oídos y lo único que quería era arrancar", explicó.
Tampoco los pescadores a quienes el tsunami no hizo añicos sus botes tenían previsto hacerse a la mar.
"Yo creo que en unos cinco o seis días más quizás comiencen a salir", dijo el presidente de la federación de pescadores de Constitución, Claudio Osses.
Los tsunamis destruyeron el puerto y muchas embarcaciones, dejando a los pescadores sin recursos para ganarse la vida.
"Yo creo que muchos ni siquiera van a volver. Muchos se están yendo a Santiago, porque aquí no hay pega (trabajo). Quedamos con los brazos cruzados", dijo el pescador.