Se ha visto que una jornada más larga en ningún caso implica un aumento de productividad.
Estudios psicológicos concluyen que la duración de la jornada de trabajo influye directamente en el rendimiento de una persona en su ambiente laboral. En este escenario, Chile se posiciona como uno de los países con las jornadas de trabajo más largas en Sudamérica, lo que no siempre se traduce en una jornada eficiente ni productiva.
Según Carolina Milla, Senior Consultant Page Personnel, empresa de reclutamiento especializado, uno de los ejemplos más claros de esta situación se produce una vez terminada la hora de colación. “Luego de la hora de almuerzo es más difícil retomar la atención, lo que implica una pérdida de efectividad de 60 minutos aproximadamente, es decir, si hablamos de unos 60 minutos de colación, debemos sumarle unos 60 minutos adicionales donde el rendimiento baja a un 50%”, dice la especialista.
También se ha visto que una jornada más larga en ningún caso implica un aumento de productividad. “Curiosamente, podemos ver que países desarrollados, con ingreso per cápita elevados, ocupan los últimos lugares en jornadas extendidas, por lo que, si consideramos en la ecuación el factor ‘productividad’, podemos inferir que una jornada laboral más extensa no es sinónimo de mejor rendimiento”, comenta la experta.
Para la consultora, ”los ciclos de atención varían de 90 a 110 minutos. Sin embargo, aquellas tareas que requieren de más análisis (es decir, procesar y asimilar información), la atención sostenida dura aproximadamente 20 minutos, por lo que podemos concluir que el factor temporal es una variable decisiva para la productividad y que, por lo tanto, jornadas más largas influyen en el rendimiento de las personas”.
Al referirse a las formas más comunes para “sacar la vuelta”, Carolina Milla señala que, en gran medida, el avance de la tecnología y las redes sociales han favorecido la pérdida del foco de atención.
Los beneficios de un merecido descanso
Es importante recalcar que no siempre es negativo darse unos minutos de descanso. “Tomar unos minutos de descanso ayuda a despejar la mente y alcanzar mejores resultados en el foco de atención. Lamentablemente, muchas veces en esos momentos realizamos actividades poco recreativas (redes sociales, aplicaciones de entretenimiento, aplicaciones de mensajería, compras en internet, etc), que implican continuar con un foco de atención en otro estímulo”, comenta la especialista.
Para la consultora, existen otras formas de distracción que nos permiten mejorar el rendimiento, dentro de las cuales están el yoga, la meditación, escuchar música o simplemente cerrar los ojos y respirar. “Todas aquellas actividades no tomarán más de 5 minutos y aportarán a que nuestra atención vuelva a su rumbo”, dice.
Pero ¿cuál es la solución para los empleadores? La experta recomienda, más que sancionar las distracciones, que los empleadores se centren en cómo alimentar las pausas laborales: ejercicios en el puesto de trabajo, espacios comunes y adicionalmente, entregar las herramientas adecuadas para la eficiencia en el trabajo.