Chimborazo: un lugar mágico para contactarse con la naturaleza
Martes, Julio 12, 2016 - 11:16
Con una abundante flora y fauna, la reserva andina tiene entre sus límites al volcán que le da su nombre, el punto terrestre más cercano al sol.
Contemplar a las vicuñas que corren libremente por el campo, mirar cómo brotan las plantas de chuquiragua entre la blanca nieve, cruzarse con un zorro de páramo o admirar la belleza del paisaje andino pintado con todos los colores del arcoíris… así son las caminatas que se realizan en la Reserva de Producción de Fauna Chimborazo, un lugar especial para conectarse con la naturaleza.
Con una extensión de 58.560 hectáreas, la reserva se ubica en tres provincias de la sierra ecuatoriana: Chimborazo, Bolívar y Tungurahua. Su mayor atractivo es sin duda el volcán Chimborazo, que con 6.268 metros sobre el nivel del mar (msnm), es el punto más cercano al sol, sin embargo existen otros atractivos especiales.
Entre ellos está el volcán Carihuairazo que tiene 4650 msnm y es una de las montañas de fácil acceso para los andinistas. Sus tres cumbres, Josefinos 4.650 msnm, Central con 5.116 msnm y Mocha con 5.028 msnm, la convierten en un atractivo para visitar en especial por los turistas extranjeros que llegan atraídos por una suave pendiente de nieve.
“Me gusta mucho cuando estoy viajando en el autobús y ver volcanes como solo he visto en la televisión. La primera vez que lo vi fue como wow, de verdad estoy viendo esto”, señaló Jonas Karlsson, un turista sueco que subió al Carihuairazo en compañía del alemán Andreas Wagner y con la ayuda de un guía local.
Ellos salieron a las 04:30 desde el Chimborazo Lodge, un hotel ubicado en las faldas del volcán Chimborazo al que muchos turistas llegan para aclimatarse antes de iniciar su ascenso al Carihuaraizo. A esta montaña es más fácil escalar y de hecho sirve como entrenamiento antes de animarse a escalar el Chimborazo, pero siempre se recomienda ir junto a un guía local para evitar cualquier accidente.
Caminatas por el paisaje andino
Dentro de la reserva, que cuenta con ocho tipos de ecosistemas, también existen varias rutas para caminatas que dejan ver los maravillosos escenarios naturales que se encuentran en este lugar y constituyen su atractivo característico.
Una de las más comunes y duras es la Mocha-Mechahuasca, que toma dos días para completarse con jornadas de 8 a 10 horas diarias; cruza por entre el Chimborazo y el Carihuairazo y en esta se puede observar los impresionantes glaciares de ambos nevados.
A través de estas caminatas es posible visitar también lugares como el Templo Machay, un sitio ancestral de ofrenda al Chimborazo, la Chorrera, un gran cañón donde nace el río del mismo nombre que exhibe además un paisaje único compuesto por grandes rocas de cortes verticales y filudos de hasta 100 metros de altura.
“A partir de los refugios (ubicados en las faldas del volcán Chimborazo) podemos acceder al Templo Machay y el Árbol Solitario. Esta es una oferta para quienes les gusta caminar, que les gusta la naturaleza y que les gusta pasar horas mirando el paisaje, las vicuñas, las especies de aves y algunos remanentes de bosques también”, señaló a Andes María Elena Guaña, administradora de la reserva.
Hacia el lado de San Andrés se encuentra la ruta de los hieleros que ya se encuentra señalizada para que los turistas puedan seguirla, al final de la ruta se encuentran la mina desde donde se extrae el hielo del Chimborazo, una tradición que con el tiempo se ha ido perdiendo y que solo la conserva la familia Ushca.
“Allá vamos a ver un paisaje totalmente diferente, más húmedo, más pajonal, observar venados, la macro fauna y se llega a la mina del hielo donde Baltazar Ushca (el último hielero del Chimborazao) todavía saca el hielo para preparar helados congelados de forma natural, por lo que es una experiencia que enlaza lo natural y lo cultural”, explicó Guaña.
En las caminatas hay sectores cubiertos por matorrales y relictos de bosque andino, con especies forestales valiosas para la conservación. Entre la flora representativa está la oreja de conejo, una planta de hojas alargadas y cubierta por vellosidades que la protegen de los fuertes vientos. La genciana, con flores de coloración azul-violeta, y entre el pajonal crecen árboles y arbustos de romerillo, mortiño, chuquiraguas y sigses.
En cuanto a la fauna, la familia camelidae es la que habita en la zona con especies como las vicuñas, la alpaca, muy cotizada por la calidad de su lana, y la llama que también vive en otros páramos de la serranía ecuatoriana. Además, es posible observar lobos y zorros de páramo, venados, chucuris, zorrillos, conejos y roedores, entre otros.
Vinculación con las comunidades
En el lugar no solo se mantienen los servicios necesarios para el turismo sino que se realizan actividades de investigación del páramo, en especial sobre los camélidos nativos para la obtención de tecnologías de cría.
Uno de los programas en los que trabaja el Ministerio del Ambiente (MAE) es el de protección a las vicuñas. Se estima que existe una población de 6.000 ejemplares con los cuales se trabaja en conservación y reproducción. Esto porque la especie forma parte de la belleza natural del páramo andino y es esencial para su conservación.
El MAE además mantiene convenios con cuatro comunidades cercanas al Chimborazo: Casa Cóndor, Chorrera Mirador, Urcu Wayra y Culebrillas, con quienes trabajan en temas de turismo comunitario y venta de artesanías.
Una de las beneficiarias del programa es Carmen Guamán quien confecciona bufandas, guantes y gorros que vende en la tienda ubicada en la entrada del Centro de Servicios Turísticos El Arenal.
Ella explicó a Andes que gracias a este programa está logrando recoger algo de dinero que le ayuda en su vida diaria, además su esposo trabaja como guía local, ayudando a los turistas en sus caminatas a través de la reserva o en el ascenso del primer al segundo refugio.
El mayor atractivo
La caminata más común que realizan los turistas es el circuito entre el refugio Carrel y el Whymper que concluye con una visita a la Laguna del Cóndor, ubicada a 5.100 metros de altura y que se forma por los deshielos del Chimborazo.
Los refugios cuentan con servicios de cafetería y hospedaje para los andinistas que deseen aclimatarse antes de coronar la cumbre, así lo explicó Myriam Piray, especialista del programa de Uso Público del MAE.
“En los refugios tenemos los servicios de bar cafetería, también se ofrece el servicio de restaurante y de ahí tenemos para nuestros andinistas el servicio de alojamiento y alimentación también. La capacidad del refugio Carrel es para 36 personas y ahí se quedan en la noche para poder alcanzar la cumbre del Chimborazo”, señaló.
Los refugios han sido diseñados con la idea de que combinen con el entorno natural, es por ello que tienen placas solares para producir su propia electricidad y además usan materiales reciclables y que no son dañinos con el medio ambiente.
“Invitamos al visitante a que conserve el área protegida ya que de aquí se produce el agua para los diferentes cantones de Guano y Riobamba en la provincia de Chimborazo, Guaranda de Bolívar y Ambato de Tungurahua”, aclaró Piray.
Según la especialista los turistas pagan un valor de 30 dólares para poder pasar la noche en el refugio, también se pueden hospedar en Casa Cóndor, un lugar de la comunidad en el que cuesta 15 dólares la noche y donde también se ofrece comida, siempre y cuando haya reservación.
Otro de los lugares para estar muy cerca del coloso y verlo despertar es el Chimborazo Lodge, un hotel ubicado en las faldas del Chimborazo y que tiene una construcción rústica que combina perfecto con el entorno. La noche cuesta 65 dólares con cena y desayuno incluido.
Desde aquí se puede admirar la belleza del volcán desde las 5:30 cuando el cielo está completamente despejado. Asimismo se puede admirar su belleza desde varios lugares de la reserva y desde la carretera que conecta a los turistas con la entrada.
Otra de las rutas en las que se puede admirar al Chimborazo es la del Tren de Hielo que sale desde la ciudad de Riobamba hasta la parada de Urbina, aquí los turistas pueden hacer cabalgatas, admirar el paisaje y conocer a Baltazar Ushca quien en el Museo del Hielo demuestra cuál es la técnica para sacar los bloques e incluso prepara helados con esta nieve sacada directamente del volcán.
La Reserva de Producción de Fauna Chimborazo es uno de los lugares especiales con los que se puede conectar con la naturaleza, donde se puede caminar, respirar aire puro, admirar la flora y fauna andina, pero sobretodo donde se puede despejar la mente y disfrutar de la belleza del mundo.