La compañía biofarmacéutica china desarrolló junto a la Academia Militar de Ciencias china una vacuna contra el virus del Ébola que obtuvo una licencia provisional en 2017.
La Oficina Estatal china de Propiedad Intelectual (SIPO, por sus siglas en inglés) aprobó la primera patente de una candidata a vacuna contra la COVID-19 –aún en la tercera fase de pruebas– que podría "ser producida en masa en un breve periodo de tiempo", recoge este lunes la prensa local.
Esta vacuna, desarrollada por el Instituto Científico Militar y la compañía biofarmacéutica china CanSino Biologics, comenzó a usarse a finales de junio en el Ejército chino después de que un equipo dirigido por el investigador Chen Wei descubriera un anticuerpo monoclonal neutralizante altamente eficiente.
Segunda fase de los ensayos clínicos
Los resultados de la segunda fase de los ensayos clínicos de la vacuna demostraron que es segura e induce respuesta inmune contra el coronavirus, de acuerdo con una investigación publicada a finales de julio en la revista The Lancet.
La investigación publicada en julio en The Lancet recogió que se hicieron pruebas en más de 500 personas como continuación de las primeras pruebas que se publicaron el pasado mayo, también con resultados positivos, pero que se necesitarán más ensayos en humanos en fase III, para confirmar si esta vacuna candidata protege eficazmente contra la infección por el coronavirus SARS-CoV-2.
Los autores subrayaron, no obstante, que ningún participante en las pruebas de fase dos estuvo expuesto al virus después de la vacunación, por lo que no es posible aún determinar si el candidato a vacuna protege eficazmente contra la infección del SARS-CoV-2.
En total, la segunda fase de pruebas de esta vacuna, que usa un virus debilitado del resfriado común –Adenovirus tipo 5, Ad5-nCoV– para suministrar material genético, se hicieron con 508 participantes.