El evento de referencia para la moda china, que concluye el próximo domingo 2 de noviembre, volvió a la capital para presentar la colección primavera/verano 2015 en el Hotel Pekín, situado en una localización privilegiada, el turístico barrio de Wanfujing.
Pekín levantó el pasado sábado el telón de su decimoséptima Semana de la Moda, otra vez de la mano del diseñador chino Zhang Zhifeng, uno de sus creadores fetiche, en un certamen que busca incrementar la proyección internacional de la industria de la moda del gigante asiático.
El evento de referencia para la moda china, que concluye el próximo domingo 2 de noviembre, volvió a la capital para presentar la colección primavera/verano 2015 en el Hotel Pekín, situado en una localización privilegiada, el turístico barrio de Wanfujing.
"NE-TIGER", la firma encabezada por Zhang Zhifeng, volvió a protagonizar la jornada inaugural y sorprendió de nuevo a los espectadores con una bonita puesta en escena que evocaba a la China más tradicional, con los "huafu" -los tradicionales vestidos chinos- combinados con prendas modernas de corte occidental.
Esta vez, Zhifeng decidió apostar por el rojo y el dorado, símbolos de la fortuna y el poder supremo de los emperador chinos, colores vivos ya característicos de este diseñador, en prendas que destacaron por la calidad y elegancia que transmitían.
Moderno y clásico son dos de los conceptos que, según el diseñador, responden a la imagen milenaria del tradicional vestido chino del que hace uso en sus ya conocidas colecciones.
La moda masculina fue la protagonista del inicio del desfile, donde los marrones y beiges predominaron el color de la mayor parte de las prendas.
Entre flashes y luces, los modelos, entre los que solo se encontraban dos occidentales -un hombre y una mujer-, posaron de forma atrevida al dirigir coquetas miradas a las cámaras.
En este desfile, el creador de la firma china también apostó por otro de sus toques personales, el lujo, en el que es todo un referente a nivel nacional y con el que intenta desmarcarse de otros diseñadores americanos o europeos que, a diferencia de él, apuestan por otros derroteros.
El sector de la moda nacional despunta poco a poco en el gigante asiático, a pesar de que sus consumidores se inclinen más hacía las prendas de diseño occidental, ya que, según ellos, es "sinónimo de calidad", explicó Bingbing Du, profesora del Instituto de Tecnología de la Moda de Pekín.
Y es que, a pesar de que China tiene alto potencial, buenos materiales y mano de obra, este sector debe mejorar el diseño ya que todavía "falta iniciativa" para conseguir una "mayor proyección internacional", agregó.
Du recordó que alrededor de cien escuelas y universidades de China ofrecen titulaciones sobre diseño de moda, aunque sólo existe una escuela en Pekín dedicada exclusivamente a ello.
En esta edición, la Fashion Week de Pekín mostrará 57 colecciones de moda con un amplio abanico de nuevos productos, que van desde ropa para hombre y mujer, hasta diseños de ropa para niños, ropa interior y muchas colecciones de vestidos de novia.
Aunque la gran mayoría de las casas que desfilarán son chinas, también estarán presentes la japonesa Dresscamp, las italianas Chicca Lualdi y Alberto Zambelli y el surcoreano Son Jung Wan.
Además de los desfiles, habrá otras actividades complementarias, como un encuentro entre jóvenes creadores de moda y la industria del diseño con el objetivo de impulsar la cooperación entre las empresas del sector y el mercado.