Autoridades económicas concluyeron que el desapalancamiento estructural está avanzando de forma ordenada y que se habían controlado las irregularidades financieras.
Los líderes de China confían que el país podrá responder a unos riesgos externos mayores, según dijeron en un encuentro económico interno de alto nivel, ante las turbulencias financieras domésticas y crecientes tensiones comerciales con Estados Unidos.
La Comisión de Estabilidad Financiera y Desarrollo (CEFD), convocada por el viceprimer ministro Liu He en su primera reunión, concluyó este lunes que el desapalancamiento estructural de China estaba avanzando de forma ordenada y que se habían controlado las irregularidades financieras.
"Las operaciones financieras de alto riesgo se contrajeron y algunas instituciones moderaron su conducta expansiva bárbara", dijo el gobierno en un comunicado publicado en su sitio web oficial el martes.
La declaración también confirmó que Liu iba a dirigir la CEFD, lo que se prevé sirva para mejorar la supervisión y coordinación entre los reguladores y el banco central, a medida que la segunda mayor economía del mundo entra al tercer año de una serie de medidas contra la banca en las sombras y los créditos riesgosos.
La CEFD dijo que las operaciones financieras en general se encontraban estables, y que la economía china era resistente, con muchas "condiciones favorables" para contrarrestar riesgos externos mayores, aunque no las detalló.
"El enorme mercado doméstico da amplio espacio como colchón", dijo.
La moneda y los mercados de acciones de China han estado envueltos en el nerviosismo antes del 6 de julio, cuando entran en vigor unos aranceles estadounidenses sobre productos chinos por US$34.000 millones. Pekín ha dicho que tomará represalias con sus propios derechos sobre productos estadounidenses.
El martes, el banco central chino actuó para calmar los temores de los mercados financieros después de que el yuan cayó debajo del nivel psicológico de 6,7 por dólar, al mínimo en casi un año, ante la profundización de la ansiedad sobre las fricciones comerciales con Washington.
