La línea Sichuan-Tíbet iniciaría su construcción en 2019.
Hermosos paisajes junto a sobrecogedores peligros serán los que esperen a los ingenieros chinos cuando se aventuren a construir la ruta ferroviaria más difícil del mundo.
La línea Sichuan-Tíbet será el segundo tramo ferroviario que entre en la región autónoma del Tíbet, en el suroeste de China. La vía atravesará el sureste de la Meseta de Qinghai-Tíbet, una de las áreas geológicamente más activas del mundo.
"La construcción y operación de esta ruta debe vencer los mayores riesgos en el mundo", destaca You Yong, ingeniero jefe del Instituto de Riesgos Montañosos y Ambientales de la Academia de Ciencias de China, y quien dirige un grupo de apoyo científico y tecnológico para evitar desastres en las montañas.
El Grupo de Ingeniería Eryuan de Ferrocarriles de China, que está diseñando la línea, detalla que la misma sale de Chengdu, capital de la provincia suroccidental china de Sichuan, pasa por Ya'an y Kangding, y entra en Tíbet vía Qamdo. Luego atraviesa las prefecturas de Nyingchi y Shannan antes de llegar a Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet. La longitud total de construcción será de 1.700 kilómetros y costará 250.000 millones de yuanes (cerca de 36.880 millones de dólares).
La construcción ha empezado en las dos paradas finales del ferrocarril. La vía entre Chengdu y Ya'an se espera iniciar en junio de 2018. El estudio de la viabilidad de la sección entre Ya'an y Kangding ha finalizado. El tramo entre Lhasa y Nyingchi está en construcción.
Sin embargo, la sección de Kangding a Nyingchi -- la sección más larga y difícil -- aún está en la fase de diseño. Su construcción se espera que comience en 2019 y podría durar siete años, según la firma de ingeniería.
La ruta Sichuan-Tíbet será una de las principales en la red ferroviaria en el oeste de China, que conecta el Tíbet con las regiones central y oriental, que están más desarrolladas. La velocidad diseñada es de 160 kilómetros por hora a 200 kilómetros. Cuando se termine, el tiempo del viaje por tren de Chengdu a Lhasa se reducirá de las actuales 48 horas a cerca de 13 horas.
You Yong, quien ha dedicado casi 30 años de su vida al estudio de los riesgos montañosos, destaca que la línea atraviesa el este de la Meseta de Qinghai-Tíbet, que tiene bruscos cambios en el terreno.
La estructura geológica de la región provoca fuertes terremotos. El ferrocarril atraviesa zonas sísmicas como la Montaña de Longmen y la franja sísmica del río Yarlung Zangbo, agrega You.
You señala que el Ferrocarril Sichuan-Tíbet tiene cuatro características ambientales principales: las significativas diferencias de elevación terrestre, la fuerte actividad de las placas, los frecuentes desastres montañosos, y un ambiente ecológicamente sensible.
Los riesgos montañosos fueron un desafío importante. "Las regiones a lo largo de la ruta Sichuan-Tíbet tienen las zonas de riesgos montañosos más desarrollados, activos, diversos y graves en China", resalta You.
"La construcción de un ferrocarril en un ambiente geológico tan complicado afrontará muchas dificultades científicas y tecnológicas. La prevención y el control de riesgos de montaña serán clave para el éxito", relata.
La Academia de Ciencias de China empezó en 2014 a analizar los modelos de distribución de riesgos montañosos y realizó experimentos para la prevención de desastres a lo largo de la vía ferroviaria.
En la actualidad, los científicos ha identificado la distribución básica y las actividades de riesgos montañosos, y establecido un banco de datos para los riesgos a lo largo del ferrocarril.
Los investigadores, basándose en los análisis de estos riesgos, ofrecieron sus consejos sobre la selección de las vías y tecnologías para prevenir y controlar los desprendimientos de tierras y aludes de fango y rocas.