Xi Jinping encabezó la apertura de las celebraciones por el aniversario de la fundación de la República Popular bajo la sombra de las protestas en Hong Kong.
Con el desfile de miles de soldados y una ceremonia cargada de brillo, pero también de marcialidad y músculo, el gobierno de China dio inicio este martes a las celebraciones por el 70 aniversario de la fundación de la República Popular, que este año se ven marcadas por las protestas en Hong Kong, donde los manifestantes amenazaron con opacar la fiesta de la potencia comunista.
Desde la Puerta de la Paz Celestial, frente a la plaza de Tiananmen, el presidente Xi Jinping encabezó la ceremonia. "Hace setenta años un día como hoy el camarada Mao Zedong declaró solemnemente al mundo en este mismo lugar la fundación de la República Popular China y el pueblo chino se puso en pie”, proclamó el mandatario, parafraseando una de las citas más célebres de Mao.
El mandatario destacó que la revolución comunista "transformó completamente el miserable destino de China, que fue pobre, débil y humillada durante más de cien años", y añadió que en la actualidad "no hay ninguna fuerza que pueda siquiera hace temblar el estatus de China o detener al pueblo y a la nación en su camino hacia adelante”.
Seguridad en Hong Kong. "Debemos permanecer unidos en torno al Partido Comunista de China, debemos permanecer comprometidos con el espíritu de la paz, con la reunificación y con el modelo de un país, dos sistemas", dijo Xi, al tiempo que llamó a "contribuir al progreso de Hong Kong y Macao". También instó a seguir adelante hasta la "completa reunificación” del país, en referencia a Taiwán.
Poco después Xi, el mandatario con más poder en China desde Mao, comenzó a pasar revista a las tropas a bordo de un vehículo descapotable. Unos 15.000 soldados, cientos de tanques, misiles y aviones de combate desfilaron ante la plana mayor del Partido Comunista, además del expresidente chino Jiang Zemin (1993-2003).
Las fuertes medidas de seguridad desplegadas en el acto se replicaron, de alguna forma, en Hong Kong, donde cientos de agentes salieron a las calles para realizar registros a los ciudadanos. También fueron cerradas algunas estaciones de metro, ante la amenaza de los manifestantes prodemocráticos de salir a las calles para expresar su rechazo a China.