Ex Vicepresidenta de General Motors analiza las relaciones comerciales de China y EE.UU.
En vez de subrayar sus propias opiniones, Estados Unidos y China deben buscar soluciones de ganar-ganar a sus disputas, comentó Shirley Yeung, la veterana líder empresarial estadounidense quien fuera vicepresidenta de la compañía fabricante de autos estadounidense General Motors (GM) en una reciente entrevista.
"Estados Unidos y China son las dos mayores economías en el mundo... Tenemos que trabajar juntos", declaró Young, quien indicó que los intereses de negocios de los dos país están profundamente entrelazados.
Con 83 años de edad, Young fue una de las personas que encabezó la entrada de la marca en China en la década de los 80.
"Ante las relación entrelazada y la globalización, es ridículo pensar que no podemos trabajar juntos", dijo Young, testigo de la evolución de las relaciones económicas entre China y Estados Unidos en las últimas cuatro décadas.
Una situación de ganar-ganar es la base del éxito y requieres que ambas partes tomen en consideración los objetivos del otro, dijo la octogenaria, quien añadió que una asociación basada en el mutuo respeto permite a ambas partes ganar.
La experta calificó a la historia de éxito de GM en el mercado chino como un buen ejemplo de cooperación de ganar-ganar entre los dos países.
"Con el fin de saber lo que quieren, es necesario entenderlos y escuchar lo que tienen que decir en vez de tratar de impulsar sólo el propio punto de vista", expresó.
Esa buena disposición es clave para desarrollar buenas relaciones no sólo en la esfera económica, sino también en otros sectores, añadió.
Hija de un diplomático chino, Yeung nació en Shanghai en 1935 pero creció en Estados Unidos. Comentó que aprendió a respetar a China a través de su educación aunque no tuvo ningún conocimiento de primera mano sobre el país hasta la primera vez que viajó alla.
Promotora de la cultura china. Young usó una analogía para describir la opinión de Estados Unidos hacia China: "De repente, el pequeño hermano se ha hecho grande y fuerte e igual... en muchas formas, no obstante (los dos) pueden vivir justos de manera pacífica".
Young, quien preside el Instituto Cultural Estados Unidos-China con sede en Nueva York, se ha dedicado a promover los intercambios entre pueblos porque cree que es importante que Occidente entienda al pueblo y cultura chinas porque finalmente el desarrollo de las relaciones entre ambas naciones será determinado por la gente de los dos países.
"(Si) se puede trabajar con la gente... entonces eventualmente las políticas cambiarán porque la gente elige a los líderes y los líderes reflejan lo que la gente piensa", dijo Young.
La ex empresaria alentó a los jóvenes estadounidenses a viajar a China y ver con sus propios ojos lo que en realidad es el país, en lugar de sólo depender de las noticias en los medios de comunicación estadounidenses. Ellos descubrirán que el mundo no está tan polarizado como lo describen los medios de comunicación y la retórica política en Occidente, dijo Young.
Al rechazar la noción de que el crecimiento de China representa una amenaza para el resto del mundo, Young mencionó que es importante que la gente de Occidente entienda a China, cuya cultura es ampliamente distinta a la suya.
"China es un país tan grande con tanta gente. Está muy interesada en sí misma, y no muy interesada en dominar al mundo, eso ha sido cierto a lo largo de la historia de China", explicó Young.