Medidas es en respuesta a la decisión de Estados Unidos de fijar tarifas de 25% sobre productos chinos el 23 de agosto.
China establecerá unos aranceles extra de 25% sobre importaciones de productos estadounidenses valorados en US$16.000 millones, dijo este miércoles el Ministerio de Comercio chino, en una escalada de la disputa comercial entre las dos mayores economías mundiales.
"Esta práctica es muy poco razonable", dijo el Ministerio en su sitio web, www.mofcom.gov.cn, en respuesta a la decisión de Estados Unidos de fijar tarifas de 25% sobre productos chinos por otros US$16.000 millones el 23 de agosto.
"Desafortunadamente, ya se esperaba. Es, de nuevo, algo totalmente ilegal bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y es una propuesta de pérdida mutua", enfatizó Sourabh Gupta, reconocido experto del Instituto de Estudios China-EEUU, con sede en Washington.
Bajo las políticas proteccionistas de "EE.UU. Primero", la Administración Trump impuso el pasado 6 de julio aranceles adicionales sobre productos chinos valorados en US$34.000 millones.
Con el objetivo de garantizar los derechos e intereses legítimos chinos y proteger el orden comercial global, China ha prometido responder a las medidas de Washington con aranceles sobre productos estadounidenses por un valor equivalente.
Se ha registrado "en general, una oposición abrumadora" por parte de asociaciones y grupos empresariales estadounidenses que representan a los sectores de químicos, cable y alambre, electrónicos, semiconductores y venta al por menor, entre otros, durante las audiencias del 24 y 25 de julio sobre los últimos aranceles, señaló Gupta.
"Pero la Administración Trump ha seguido obstinadamente adelante" con la medida, dijo, añadiendo que es decepcionante la manera en la que Washington ha "ignorado deliberadamente" las reglas de la OMC en el caso Sección 301 contra China.
Gupta afirmó que es "revelador" que las principales empresas de la industria de semiconductores expresaran a finales de julio que la imposición de aranceles adicionales sobre estas importaciones solo perjudicará a los fabricantes estadounidenses y, al fin y al cabo, a los consumidores domésticos.
También saben que China es el mercado con el crecimiento mayor y más rápido del mundo para semiconductores y equipos, por lo que "tratar mal a China puede tener consecuencias duraderas y a largo plazo, lo que daña la cuota de mercado de los fabricantes de semiconductores estadounidenses y la cadena de suministro ubicada en EE.UU.", concluyó.