Investigadores de la Universidad Tongji, con sede en Shanghai, han publicado recientemente una investigación en la publicación internacional Neuron en la que analizan las cuestiones éticas y preocupaciones sociales que emergen de la investigación neurocientífica en el contexto social y cultural de China y ofrece soluciones potenciales.

El rápido desarrollo de la investigación neurocientífica ha provocado que los investigadores chinos también estén trabajando en un marco para identificar y evaluar los retos éticos en su área de investigación.

Investigadores de la Universidad Tongji, con sede en Shanghai, han publicado recientemente una investigación en la publicación internacional Neuron en la que analizan las cuestiones éticas y preocupaciones sociales que emergen de la investigación neurocientífica en el contexto social y cultural de China y ofrece soluciones potenciales.

Según la investigación, los bancos de cerebros, biobancos de muestras biológicas humanas dedicados en exclusiva a la investigación de enfermedades neurológicas, que contengan muestras sanas y enfermas son importantes para la investigación en este campo. Sin embargo, en China la promoción de donación de órganos es un trabajo difícil e incluso es más complicado si se trata de donar cerebros.

Uno de los propósitos de la neurociencia china es alcanzar un diagnóstico y predicción tempranos de las enfermedades neuropsiquiátricas. Sin embargo, todavía es común que las personas que sufren alguna de estas dolencias o problemas mentales sigan siendo señaladas socialmente.

La investigación ha destacado que China debe adherirse a las guías éticas internacionales en investigación neurocientífica y participar activamente en la formación de las normas éticas internacionales. Los científicos chinos deberían alentar la colaboración con sus pares internacionales en este campo.

El estudio también ha apuntado que es imperativo la puesta en marcha de programas educativos de neurociencia para el público general. China necesita fortalecer el conocimiento público del desarrollo neurocientífico, evitar la falsa propaganda e incrementar la aceptación social de las enfermedades del cerebro y los desórdenes mentales.

Pei Gang, uno de los investigadores principales, ha resaltado que la investigación estaba basada en discusiones entre muchos neurocientíficos y expertos en ética.

"Esperamos proponer soluciones para los asuntos éticos en la neurociencia desde la perspectiva del trasfondo cultural y social distintivo de China, en aras de promover la aplicación de la neurociencia con el objetivo de beneficiar la salud de la gente", concluyó Pei.