El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso el año pasado aranceles a productos chinos valorados en US$250.000 millones para obligar a China a cambiar la forma en que hace negocios con el resto del mundo y abrir más la economía china a las empresas estadounidenses.
Washington.- China ha realizado propuestas sin precedentes en las conversaciones con Estados Unidos sobre una serie de temas que incluyen la transferencia forzada de tecnología durante las negociaciones que mantienen con el fin de resolver su prolongada guerra comercial, dijeron a Reuters altos cargos estadounidenses el miércoles.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso el año pasado aranceles a productos chinos valorados en US$250.000 millones para obligar a China a cambiar la forma en que hace negocios con el resto del mundo y abrir más la economía china a las empresas estadounidenses.
Entre las demandas de Trump se encuentran que Pekín ponga fin a las prácticas que, según Washington, provocan el robo sistemático de la propiedad intelectual de EE.UU. y la transferencia forzosa de tecnología estadounidense a las compañías chinas.
China ha puesto sobre la mesa de negociación propuestas que fueron más allá que en el pasado, incluida la transferencia de tecnología, dijo uno de los cuatro altos cargos de la administración estadounidense que habló con Reuters.
Los negociadores han avanzado en los detalles de los acuerdos escritos que se han redactado para abordar las preocupaciones de Estados Unidos, dijo.
“Si examinó los textos de hace un mes en comparación con los de hoy, hemos avanzado en todas las áreas. Aún no estamos donde queremos estar”, dijo esta fuente, que habló bajo condición de anonimato.
“Están hablando de una transferencia forzada de tecnología de una forma que nunca antes quisieron, tanto en términos del alcance de las propuestas como de detalles específicos”, dijo, en referencia a los negociadores chinos. Se negó a dar más detalles.
Reuters ha informado previamente de que las dos partes estaban trabajando en acuerdos escritos en seis áreas: transferencia forzada de tecnología y robo cibernético, derechos de propiedad intelectual, servicios, divisas, agricultura y barreras comerciales no arancelarias.
El representante comercial de EE.UU., Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, llegan a Pekín el jueves para una nueva ronda de conversaciones con los responsables chinos para trabajar en un acuerdo que ponga fin a una guerra comercial que ha durado meses y ha costado miles de millones de dólares, perjudicando al crecimiento de la economía mundial.
Estas consultas presenciales, a las que seguirá una ronda en Washington la próxima semana, son las primeras reuniones cara a cara que las dos partes han mantenido en semanas después de que se aparcara el objetivo inicial de las negociaciones, que implicaba una cumbre a finales de marzo entre el presidente de EEUU Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping para firmar un pacto.
Las conversaciones continuarán mientras se realicen progresos en los temas centrales, dijo la fuente.
“Podríamos ir hasta mayo, junio, nadie lo sabe. Podría ser en abril, no lo sabemos”, dijo otro alto cargo de la administración.
Las dos partes aún tienen diferencias sobre la propiedad intelectual y cómo garantizar el cumplimiento del acuerdo, añadió esta otra fuente.
China quiere que Estados Unidos levante sus aranceles como parte del acuerdo. Washington, que es consciente de que los aranceles le otorgan una palanca para garantizar que Pekín cumpla con cualquier compromiso asumido, desconfía de un levantamiento inmediato.
Trump dijo la semana pasada que Estados Unidos podría dejar los aranceles a los productos chinos durante un “período sustancial” para garantizar su cumplimiento.
“Algunos aranceles se mantendrán”, dijo la segunda fuente. “Habrá alguna cesión, pero no vamos a deshacernos de todos aranceles. No podemos”.
El tema será abordado en las próximas charlas.