El premier Wen Jiabao afirmó que su país apunta a un crecimiento de su Producto Interno Bruto de 8% y una inflación de alrededor de 3%.
Pekín. China se ceñirá a una postura monetaria apropiadamente laxa y a una política fiscal proactiva buscando contrarrestar el persistente impacto de la crisis de crédito internacional, dijo este viernes el premier Wen Jiabao.
La descripción de Wen sobre la política económica de su gobierno apareció enunciada en su reporte anual en la sesión de apertura del Congreso Nacional del Pueblo, el parlamento chino.
Pekín favoreció el crédito, recortó las tasas de interés y lanzó un programa de infraestructura de 4 billones de yuanes (US$585.000 millones) a fines de 2008 para proteger a su economía de la crisis global.
La economía creció 8,7% el año pasado como resultado de esas medidas, una cifra que por mucho superó a cualquier otro país desarrollado, pero Wen restó importancia al logro.
Un crecimiento impulsado por motores domésticos, alimentado por consumidores más confiados en su salud, ingresos y protección social, es necesario para mantener a la economía china creciendo a un ritmo sólido.
"No debemos interpretar el giro en la economía como una mejoría fundamental de la situación económica", dijo Wen frente al parlamento.
Los inversores estaban esperando para escuchar las palabras que elegía Wen para juzgar cuán rápido podría Pekín retirar su paquete de estímulo.
China, que se encamina a superar a Japón como la segunda economía más grande del mundo, ya elevó dos veces este año el requerimiento de reservas para bancos. Pero, a diferencia de Australia o Malasia, se ha abstenido de subir sus tasas de interés.
Wen señaló que un giro en la economía no debería malinterpretarse como una mejoría fundamental porque China aún carece de un motor interno de crecimiento.
Wen dijo que China apunta a un crecimiento de su Producto Interno Bruto de 8% y una inflación de alrededor de 3%.
El funcionario también se refirió a la continua cautela hacia el yuan, reiterando las palabras usuales de que Pekín buscará mantener su moneda básicamente estable en un nivel razonable y equilibrado.
Para consternación de Washington y Bruselas, China ha congelado la cotización del yuan a alrededor de 6,83 por dólar desde mediados de 2008 para preservar la competitividad internacional de sus exportadores.