Un portavoz del gobierno dijo que se "prohíbe el uso de internet para subvertir el poder estatal y echar por tierra la unidad nacional".
Pekín. China amplió el lunes su respuesta a las críticas estadounidenses por su censura de internet, aumentando las apuestas en una disputa que ha puesto a Google en medio de un enfrentamiento político entre las dos potencias mundiales.
China incrementó su defensa de los controles de internet casi dos semanas después de que el mayor proveedor de servicios de búsqueda, Google Inc., dijo que quería poner fin a la censura de su sitio web chino -Google.cn- y dijo estar alarmado por ataques online de "hackers" desde el interior de China.
Las quejas de Google recibieron el apoyo de la Casa Blanca, pero China respondió con acusaciones de que Washington está usando internet para apoyar la subversión en Irán.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, instó la semana pasada a China y otros gobiernos autoritarios a abandonar la censura de internet, recibiendo una severa reprimenda de parte de Pekín.
Luego de que Google hizo sus primeras críticas, Pekín guardó silencio. Ahora los funcionarios chinos han decidido responder a Washington.
Un portavoz de la Oficina de Información del Consejo Estatal de China dijo que la nación "prohíbe el uso de internet para subvertir el poder estatal y echar por tierra la unidad nacional, para incitar el odio étnico y la división, para promover cultos y para distribuir contenido que es pornográfico, salaz, violento o terrorista".
Los comentarios del portavoz anónimo fueron citados en el sitio web del Gobierno central (www.gov.cn).
"China tiene una amplia base legal para castigar ese contenido dañino, y no hay lugar para que eso se ponga en duda. Esto es completamente distinto de la llamada restricción de la libertad de internet", dijo el funcionario.
Los comentarios fueron acompañados el lunes por dichos mordaces en un diario oficial que apuntaban a Washington.
La disputa ha aumentado los roces entre Pekín y Washington, ya enfrentados por temas comerciales, ventas de armas estadounidenses a Taiwán y la situación de los derechos humanos.