La chatarra de aluminio estadounidense es uno de los 128 productos que tendrá un arancel adicional del 25% a partir de esta semana.
El organismo industrial chino que recomendó enfocarse en la chatarra de aluminio en una acción comercial de represalia contra Estados Unidos ya está explorando qué otras medidas podrían adoptarse, anunció un funcionario este lunes.
El Ministerio de Finanzas chino confirmó en la noche del domingo que la chatarra de aluminio estadounidense es uno de los 128 productos que tendrá un arancel adicional del 25% a partir de esta semana.
Estados Unidos es el mayor proveedor de chatarra de aluminio a China, que es el mayor fabricante mundial del metal.
"Estamos haciendo investigaciones y viendo si hay algo más que podamos hacer para responder", comentó Wen Xianjun, vicepresidente de la Asociación de la Industria de Metales No Ferrosos (CNIA, por sus siglas en inglés), a Reuters.
Las firmas chinas de aluminio ya se enfrentaban a gravámenes antimonopolio y compensatorios en sus envíos de papel de aluminio antes de que el presidente Donald Trump impusiera un arancel del 10% a las importaciones de aluminio desde el 23 de marzo.
La recomendación de la asociación al Gobierno chino es que "si vamos a pelear, deberíamos pelear duro", dijo Wen, que lideró las negociaciones antimonopolio con Washington en nombre de las firmas de aluminio chinas.
La chatarra de aluminio había sido destacada por la CNIA como un objetivo potencial porque el volumen de las importaciones estadounidenses -algo más de 600.000 toneladas en 2017, según datos de aduanas chinas- es muy parecido al de las exportaciones de aluminio de Pekín a Washington, dijo Wen.
Las contramedidas "solo acaban de empezar" y China responderá a cualquier nueva acción de Estados Unidos, agregó.
La lista de Trump. Esta mañana se supo que durante la semana que inicia Gobierno de Estados Unidos presentará esta semana los aranceles a la importación de productos chinos. Con ella, Washington pretende castigar a Pekín por su política de transferencia tecnológica, una decisión que probablemente aumentará las tensiones comerciales entre las dos principales economías mundiales.
La lista, que afectará a importaciones anuales de entre US$50.000 y 60.000 millones, tendría como blanco a productos "principalmente de alta tecnología" y podría tomar más de dos meses antes de que las tarifas entren en vigor, dijeron funcionarios gubernamentales.
La oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos necesita presentar la lista de productos antes del viernes, en virtud de la proclamación de aranceles a China que firmó el presidente Donald Trump el 22 de marzo.
Los aranceles están destinados a forzar cambios en las políticas gubernamentales chinas que, según el Departamento de Comercio, resultan en la transferencia "antieconómica" de la propiedad intelectual estadounidense a compañías chinas.
La investigación "Section 301" de la agencia que autoriza los aranceles argumenta que China ha buscado sistemáticamente apropiarse indebidamente de propiedad intelectual estadounidense a través de empresas conjuntas, legislación indebida para licencias tecnológicas, compras de firmas tecnológicas estadounidenses con financiación estatal y robo abierto.
China niega que su legislación exija transferencias tecnológicas y ha amenazado con represalias comerciales contra Estados Unidos, en que los blancos potenciales serían la soja, los aviones y los equipos pesados estadounidenses.
El domingo, Pekín impuso aranceles adicionales de hasta un 25% a 128 productos estadounidenses, entre ellos el cerdo congelado, además del vino y ciertas frutas y frutos secos en respuesta por los aranceles estadounidenses a la importación de aluminio y acero anunciados por Trump el mes pasado.
Ante estas circunstancias, han aumentado los temores a que ambos países inicien una espiral que desemboque en una guerra comercial que afecte al crecimiento mundial.