Estas plantas son de tipo arbustivo, crecen de manera silvestre y tienen la particularidad de que se pueden aprovechar todo el año, siempre y cuando tengan suficiente disponibilidad de agua.
Especies vegetales nativas de Mesoamérica como el chipilín, la hierba mora —macuy o quilete— y el bledo son ricas en nutrientes indispensables para el organismo, por lo que resultan ideales en una dieta balanceada, además de su costo es bajo.
Estas plantas son de tipo arbustivo, crecen de manera silvestre y tienen la particularidad de que se pueden aprovechar todo el año, siempre y cuando tengan suficiente disponibilidad de agua, explica el ingeniero agrónomo Alberto Martínez.
A los 30 o 35 días se pueden hacer los primeros cortes. Se recomienda que solo sean tres podas en toda la vida de la planta, para aprovechar mejor sus nutrientes.
Al bledo se le conoce también como amaranto —nombre científico amaranthus—, por su semilla, considerada un pseudocereal, debido a su alto valor nutricional biológico, especialmente en proteína, refiere el libro Hierba mora, chipilín, jícama y bledo, para alimentarse con calidad y economía, de Alberto Martínez.
Nutritivas
En cuanto a sus propiedades nutricionales, estas hierbas son ricas en proteína: cien gramos de hojas de macuy, chipilín o bledo aportan cinco gramos de proteína, expone la nutricionista Andrea Álvarez. Además, son bajas en grasa y poseen un alto contenido de fibra, hierro, calcio, fósforo, vitaminas A y C. Estos nutrientes son más altos en estas hierbas en comparación con otras hortalizas nativas y extranjeras, como el brócoli y la espinaca.
Aunque el chipilín, el bledo y la hierba mora no pueden ser consideradas sustitutos de la carne, ya que la proteína que contienen es incompleta —deficiente en metionina y fenilalanina, aminoácidos esenciales para el buen funcionamiento del organismo—, sí son complementos alimenticios. Por su alto contenido de lisina —aminoácido esencial— se deben combinar con cereales como el maíz y el arroz, dice Álvarez. Un ejemplo es el tamalito de chipilín.
La sopa de hierba mora constituye un potente complemento proteínico y de minerales que ayuda a personas convalecientes y anémicas, dice Martínez.
Según el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (Incap), el valor nutricional de la harina de hojas de bledo mezclada con harina de maíz y arroz es alto.
Su bajo costo, además, les confieren una alternativa saludable ante la situación económica actual. Se pueden consumir en sopas, estofados, solas o combinadas con arroz, tortillas, cualquier tipo de carne o huevo.
Recomendaciones para consumir estas hierbas
Elegir plantas que no tengan raíces y hojas blandas, marchitas, golpeadas o con partes descompuestas.
Cortar el macuy antes de la floración, para evitar el sabor amargo.
No rociarles pesticidas químicos o agua sucia.
Debido a que tienden a marchitarse rápido, se deben consumir el mismo día que se compran.
Para evitar problemas gastrointestinales, se deben eliminar con agua la tierra, suciedad o insectos. Se deben remojar en un litro de agua, con ocho gotas de cloro, durante 10 minutos, para desinfectarlas.
Se recomienda sazonarlas con condimentos naturales como cebolla, chiles, cilantro, perejil, ajo, tomillo, albahaca, laurel, orégano o romero.
Las hierbas deben agregarse al agua hasta que esté hirviendo.
Se puede utilizar el agua de cocción en otras preparaciones, para aprovechar las vitaminas.
Cuando se mezclan con alimentos ricos en vitamina C, como el limón y el tomate, el cuerpo absorbe mejor el hierro.