Sustituir imposiciones sociales con elementos fundamentales sientan las bases de tu futuro y no interfieren con tu estilo de vida.
Este año cumplí 35. A menudo se espera que tengas ciertos logros en este punto. Muchas de esas expectativas, sin embargo, pueden ser perjudiciales, pues no todos serán más felices si las cumplen.
Por ejemplo, alrededor de esta edad se espera que sientes cabeza y te cases, tengas un par de hijos y una casa.
Pero quizás no encuentras a la persona adecuada o estás contento viviendo solo, no tienes vocación para la paternidad, o no quieres endeudarte para adquirir un inmueble (que no necesariamente será una buena inversión).
En estos casos, necesitarás mucha madurez para sentirte cómodo con la vida que has elegido, y guiarte por tus propios estándares y no los de la sociedad o tu familia.
Sin embargo, yo propongo sustituir estas imposiciones sociales con otros elementos que sí son esenciales antes de los 35, porque sientan las bases de tu futuro y no interfieren con el estilo de vida que elijas, sino al contrario, te da las herramientas para lograrlo y disfrutarlo. He aquí los cinco indispensables:
Un refrigerador con comida fresca
Si tienes 35 y sigues comiendo garnachas diario en la calle o productos procesados, vas acumulando grasa en la cintura y tu único ejercicio es correr a al baño por la indigestión de tanto atracón, estás maltratando a la principal fuente de bienestar e ingresos que tienes: tu cuerpo. A esta edad deberías saber cómo cuidar tu cuerpo y tu mente.
Conocer tu capital más importante: tú
La mayoría de las personas nos ganamos la vida trabajando. Lo que nos permite tener ingresos es nuestro capital humano, el valor de nuestras experiencias, habilidades y conocimientos.
El capital humano se enriquece con el tiempo, pero también se desgasta, a una velocidad distinta en cada caso. Por ejemplo, para un boxeador, su capital aumenta alrededor de los 20 y 30 años, y cae estrepitosamente después de esa edad; un alto ejecutivo podría tener sus mayores ingresos entre los 35 y 55 años; o un maestro podría estar activo de los 20 a los 80.
Pero no es bueno confiarse, porque la durabilidad de tu capital humano depende de muchos elementos, además de la profesión: salud, genética, preferencias personales, sucesos económicos o políticos o, simplemente, la suerte. Lo que es seguro es que el capital humano va a decaer en algún punto, debido al envejecimiento.
Es entonces cuando el capital financiero debe entrar en acción, sustituyendo con sus rendimientos el fruto del trabajo, como se ve en la tabla abajo:
Comprender esto es importante. Mucha gente joven empieza a ganar más y cree que esto durará por siempre, así que es presa de la inflación en el estilo de vida, y no deja nada para su “yo futuro”. En la tabla de arriba se resalta la importancia y urgencia de ahorrar en la juventud para ese futuro cuando tu cuerpo necesite ayuda de tu capital financiero para sustituir al capital humano que hoy te provee en abundancia.
Sentir placer por invertir
Una amiga recibió un dinero a fin de año y me contó que se compraría un automóvil. Yo le recomendé que mejor invirtiera el dinero para su retiro, porque entre más pronto inviertas, más rendimientos generarás. Cada que tengo un ingreso extra, me emociona poder invertirlo, y no se me cruza por la cabeza gastarlo. Este placer por el ahorro debe desarrollarse con el tiempo y el conocimiento de la adaptación hedónica. Es decir, debes sentir en lo más profundo de tu ser que no hay nada mejor que puedas comprar con tu dinero que la tranquilidad.
Al llegar a los 35 es impensable seguir gastando como un adolescente, y no tener al menos nociones de cómo invertirlo. Tus años laborales están contados, así que es importante ahorrar e invertir. Debes también estar familiarizado con los productos disponibles de ahorro para el retiro y usarlos.
Libertad de deudas con intereses altos
Para lograr que tu dinero trabaje por ti cuando tú ya no puedas, es imperativo deshacerte lo más pronto posible de las deudas. Debes tener cubiertas tus necesidades diarias y emergencias a través de un colchón financiero de cuando menos 6 meses de gastos. Cualquier crédito hipotecario debe ser liquidado antes de un plazo de 5 años, y jamás debes adquirir automóviles u otros bienes a través de préstamos. Recuerda que tu dinero deberá trabajar por ti algún día, y esto nunca se logrará si te la pasas trabajando para pagar intereses.
Un ingreso extra
A los 35 debes tener más de una habilidad que te permita obtener ingresos, de manera que si una fuente se seca, siempre tendrás otra a la mano. Adicionalmente, debes considerar la posibilidad de que por mucho que te guste, puede que te canses de tu trabajo después de 10, 20 o 30 años de dedicarte a él ininterrumpidamente. Si desarrollas otras habilidades y pasatiempos, dejarás abierta la posibilidad de realizar cambios en tu vida cuando así lo desees.