Recibir dinero adicional es muy agradable. A veces, la fortuna te llega por suerte, o quizás te la ganaste trabajando en tus tiempos libres.

 

Sin embargo, tienes que prepararte mentalmente para manejar el dinero extra igual que te prepararías para saber cómo reaccionar en un terremoto... porque cuando suceda, todo pasará muy rápido en tu cerebro y el dinero se habrá ido antes de que te des cuenta.

 

A continuación, algunas opciones para que construyas desde hoy el mejor plan para tu dinerito extra.

 

 

Cuando pides un crédito, no le estás pidiendo dinero al banco, sino a tu “yo” del futuro, que es quien tendrá que pagar. Si tienes deudas, lo mejor que puedes hacer es adelantar pagos y liquidarlas lo más pronto posible.

 

La mayoría de los créditos te lo permiten, y te estarás ahorrando el pago de más intereses además de la preocupación.

 

 

 

Si no tienes deudas, o si necesitas un colchoncito para imprevistos, entonces te recomiendo apartar una cantidad e invertirla. Entre las mejores formas de hacerlo está cetesdirecto.com, pues no cobra comisiones, puedes acceder a tu dinero fácilmente y evitarás que pierda valor con la inflación.

 

 

¿Has oído la historia de la gallina de los huevos de oro? Una pareja encontró a una gallina que ponía un huevo de oro cada día. Al principio les parecía suficiente, pero con el tiempo les ganó la ambición, aumentaron sus gastos a tal grado que un huevo ya no era suficiente.

 

Entonces decidieron destazar a la gallina para apoderarse del dispositivo que sacaba los huevos de oro, con el objetivo de acelerar la producción.

 

Por desgracia, al matar a la gallina no encontraron nada, y se quedaron sin huevos de oro para siempre. En este caso, tu cuerpo es la gallina de los huevos de oro.

 

Es a través de tu cuerpo que puedes vivir, soñar, disfrutar y trabajar, pero tiene sus propios ritmos y necesidades, así que debes cuidarlo mucho.

 

Puedes usar el dinero extra para alimentarte mejor, hacerte esa intervención dental que has estado posponiendo, o tomar terapias para la rodilla que te duele. No descuides nunca a la gallina de los huevos de oro pues sin ella, el resto de tu vida será un desastre.

 

 

 

Una persona que vive al día termina pagando mucho más por los mismos bienes y servicios. Te daré algunos ejemplos que pueden o no aplicar a tu caso. Si sólo cargas 30 pesos de gasolina, se evaporará mucha más cantidad que si llenas el tanque.

 

Si sólo compras 30 pesos de tiempo aire, podrás hablar mucho menos que la persona que paga 200 pesos por un mes.

 

Si compras el impermeabilizante que dura un año, terminas pagando mucho más que si compras el que dura 10 años.

 

Si no le das mantenimiento a tu coche hoy, la reparación te costará cinco veces más mañana. Si pagas el predial con retraso, se te harán recargos. Si liquidas por adelantado el servicio de agua, te ahorrarás un mes.

 

Si no te alcanza para tener Internet, no podrás aceptar un trabajo en línea. Si no aseguras tu auto, tu tranquilidad y patrimonio están expuestos todo el tiempo.

 

El punto es que puedes aprovechar el ingreso extra para que te cueste menos la vida, o para acceder a mejores oportunidades.

 

 

Supongamos que no tienes deudas, ahorras una porción significativa de tu ingreso fijo, tu salud está excelente y la cuidas todos los días, y no estás desaprovechando ninguna oportunidad por falta de fondos. ¿Qué haces?

 

Aunque no estaría de más engordar un poco más tu ahorro para el retiro (sobre todo si quieres retirarte en poco tiempo) también podrías usar tu dinero extra para invertir en tu salud mental y emocional.

 

Puedes tomar ese curso de fotografía que añoras, pedir una semana sin goce de sueldo para visitar a tus familiares más distantes, unas vacaciones en la playa o, simplemente, darte un pequeño gusto que te aleje de la rutina.

 

Sólo asegúrate de que ese pequeño gusto no sea algo que encarezca el resto de tu vida, como una camioneta (que deberás mantener con tu ingreso normal).

Dinero en Imagen/ Ruth Esquivel