A continuación, cinco consejos para elevar su energía y la productividad, aprovechando al máximo la hora de almuerzo, el que muchas veces se pierde frente al computador.
Utilizar el horario de almuerzo como una instancia de ocio no es una costumbre popular en las empresas, de acuerdo con investigaciones. Laura Vanderkam escribió en Fast Company un artículo donde mencionó algunos de estos estudios. Uno elaborado en 2012 por Carreer Builder mostró que 10% de los entrevistados compraban su almuerzo en máquinas de venta automática al menos una vez a la semana. Otra realizada por Monster decía que 21% de los entrevistados almorzaban en su escritorio de trabajo, 7% no almorzaba y 32% sólo paraba durante el almuerzo si sentía que tenía tiempo sobrante.
El problema es que no separar el momento para descansar tiene un efecto contrario al deseado: generalmente quien hace eso necesitará de varios “breaks” que pueden comprometer su productividad, como por ejemplo usar internet para asuntos no relacionados al trabajo y tener que levantarse varias veces sin propósito claro. Según Tom Rath, autor de libros sobre hábitos de vida saludable, no se puede saltar la hora de almuerzo. “Lo que hacemos en ese horario puede beneficiar o perjudicar completamente el resto del día”, dice él.
La fundadora de Tranquil Space, un espacio para la práctica del yoga, Kim Wilson, concuerda con Rath y afirma que: “Las personas exitosas saben que utilizando de buena manera el horario de almuerzo pueden ser más productivos”.
Aquí están algunas formas de aprovechar al máximo ese tiempo:
1. Llevar al equipo a almorzar: El cofundador de Hill Investimet Group, Matt Hall, explica que para su equipo la hora de almuerzo es el mmento en que las personas mejor se relacionan, creando lazos. La empresa paga el almuerzo, cuando dos o más del grupo están presentes. Hall relata que los funcionarios se divierten mientras resuelven asuntos de trabajo, y no necesitan perder el tiempo en reuniones convencionales. Los costos del almuerzo, según él, valen la pena porque evitan trabajar de más y dejan a los funcionarios satisfechos.
2. Moverse: Hay muchas malas razones para comer en su escritorio, pero una buena es hacerlo para ganar tiempo para salir y hacer ejercicio. El estudio de yoga de Kim Wilson, por ejemplo, ofrece clases durante el período de almuerzo, con una hora de duración. "Son muy poulares," dice ella. Incluso haciendo sólo 50 o 55 minutos de ejercicio es un diferencial en la rutina de estas personas, de acuerdo con Wilson. "Salen de aquí completamente diferente, ya que son los más felices, es increíble", añade.
Si usted no tiene acceso a este tipo de actividades, un paseo puede hacer una gran diferencia. Tim Rath afirma que a menudo realiza caminatas cortas alrededor de su lugar de trabajo, y sólo por estar al aire libre su estado de ánimo ha cambiado.
3. Hacer del almuerzo un encuentro: Greg Moore, funcionario de una universidad en Carolina del Norte, acostumbra a almorzar con su esposa una vez a la semana. Al inicio, ellos discutían cuestiones de la casa, organización de horarios y cosas de ese tipo, pero resolvieron transferir esas conversaciones para otro día, dejando el almuerzo semanal libre para divertirse y aprovechar la presencia del otro. El día y lugar suele cambiar, pero una vez por semana ellos almuerzan juntos, retornando a sus respectivos trabajos mucho más ligeros.
4. Conozca a una persona nueva: Invite a alguien que conoció recientemente a almorzar con usted. Esto generará un quiebre en su rutina, que renovará sus energías, con la ventaja de probablemente aumentar su red de contactos.
5. Personalizar su tiempo de almuerzo: Jessica Roscoe trabaja como consultora algunos días de la semana y lidera The Creative Mumma, una escuela online que se centra en la escritura y el coaching. Ella también es una aspirante a escritora, de romances, principalmente. En los días en que trabaja como consultora, ella dice que lleva su notebook y cuaderno, que utiliza para todo lo relacionado a su negocio personal. A la hora de almuerzo escoge un lugar tranquilo cerca de donde trabaja y escribe cosas que necesita o avanza en cualquier cosa pendiente del día anterior.
“Trabajo lo más rápido que puedo. Siempre me pregunto, ¿qué puedo hacer en ese corto espacio de tiempo que tengo para avanzar con mi negocio? ¿qué tendrá más impacto en mi negocio?”, dice ella. Treinta minutos pueden no paracer mucho, pero a lo largo de una semana de trabajo, son dos horas y media economizadas. Además, si usted tiene dos trabajos o está realizando varios proyectos al mismo tiempo, esta media hora representa media hora que se gana para descansar durante la noche o quedar con su familia.