Unos se entregan a la bebida. Otros, recurren a esa amiga incondicional. Son tan predecibles, que siempre acaban echando a conductas como las siguientes cinco: 

 

Aunque se dice que son el género más fuerte, parece que no es así del todo. Los hombres que han sufrido una decepción o una ruptura amorosa evitan llorar delante de las personas, así que es muy probable que entren en un llanto profundo en la ducha, recordando cosas, viendo fotos o incluso escuchando alguna canción.

 

No tiene que ser al pie de la letra, no te asustes. Lo que sucede es que se convierten en expertos revisando las redes sociales de su ex pareja, no decimos que la mujeres no lo hagamos también, la gran diferencia es que mientras nosotras lo hacemos los primeros días, ellos pueden hacerlo meses enteros, solo para ver quién es su gran “rival”.

 

Las fiestas son sus espacios favoritos para demostrarles a sus amigos que el tema de su ex novia está más que superado, razón por la cual hacen de cada fiesta una cita a ciegas. Los besos se convierten en la mejor excusa para olvidar a quien todavía aman, ¡mentira!, es un engaño para ellos mismos.

 

Sus amigos son los patrocinadores de todos los eventos, por consejo de ellos mismos, el trago es la mejor forma de desahogarse y descargar toda la mala energía que les ha ocasionado la ruptura. Sin embargo, este no es el mejor consejero, terminan llamando, dedicando canciones y hasta golpeando en frente de la puerta del amor que ya se fue.

 

Este comportamiento no es nada extraño en ellos. La soledad hace que recurran a la persona que siempre los escucha, así que los planes que habitualmente hacían con su pareja, ahora son reemplazados por la amiga incondicional, eso si, te aseguramos que no se va a enamorar de ella, porque con seguridad siempre te tiene en su mente.

Cromos/ El Espectador