Vivir con roomies significa compañía y menores costos a cambio de renunciar a aspectos como la privacidad.
Tener un “roomie” o compañero de departamento ofrece ventajas como dividir el pago de la renta del departamento y de las cuentas, en una época en la que es casi imposible independizarse para vivir solo.
Como señala Vivanuncios, el sitio inmobiliario de eBay, cada vez es más común rentar un inmueble y compartir los gastos.
Lo bueno
Costos al 50% o menos: vivir con uno o más roomies es la solución para quienes tienen un presupuesto apretado, ya que pueden dividir todos los gastos de la renta y los servicios. De hecho, pueden llegar a acuerdos y pagarlos mensualmente de forma alternada, o armar un calendario de pagos que se ajuste a sus bolsillos.
Compañía: ser independiente al 100% se puede convertir en algo muy solitario, tú y tu roommate pueden hacerse compañía para ver series en la noche, películas los viernes o cocinar los fines de semana. Con el tiempo, pueden desarrollar una relación tan cercana que tendrán la confianza de hablar de temas personales.
Un compañero confiable: si cultivas una buena relación con tu roomie, puede ser que esté dispuesto a ayudarte a encontrar las llaves o el celular que dejaste, y llevártelos a tu oficina cuando él o ella vaya de camino a la suya.
Más habilidades sociales: si eres nuevo en la ciudad o en la colonia y no tienes amigos, compartir casa con un roomie puede aumentar tu círculo social y tus habilidades para convivir con diferentes tipos de personas.
Responsabilidades compartidas: olvida la preocupación de lavar los trastos o asear la casa para que no sea un completo caos: con un compañero de cuarto esas tareas domésticas estarán repartidas.
Lo malo
Mitad de precio y… mitad de espacio: ahorras dinero, pero igualmente reduces tu espacio. Quizá por el trabajo de tu roomie, este requiera un área extra. Prepárate para dárselo y para verlo por todas partes.
Una carga más: corres el riesgo de que sea un roommate con falta de compromiso, así que tendrás que recordarle de los pagos, las responsabilidades y eso puede ser estresante.
Daños y suciedad: quizá sea bueno para pagar, pero no para limpiar. A eso agrega los daños que la falta de mantenimiento adecuado puede ocasionar. Tal vez tengas que pagar parte de eso y decirle adiós a tu depósito de renta.
Descuidos: es un gran riesgo compartir con un roomie despistado que no apaga las luces o que no cierra con llave el departamento. Eso aumenta los gastos y puede poner en riesgo tu seguridad o tus pertenencias.
Falta de privacidad: tener un roomie terminará con tu privacidad y con cierto grado de relajación que viene con ella. Quizá él o ella organice reuniones y te haga desvelar de vez en cuando.