Si el género erótico-romántico fuese un reino, E.L. James sería su soberana indiscutible con su trilogía "Cincuenta sombras". Su fórmula de joven millonario y dominante conoce a chica guapa y sumisa con la que explora todas sus pasiones en escenarios de lujo, ha sido retomada por otras autoras también con gran éxito.
Con más de cien millones de ejemplares vendidos en el mundo, seis de ellos en español, no cabe ningún genero de duda: "Cincuenta sombras" es la pionera y reina incontestable de un nuevo género nacido de la fusión de la novela romántica y de la erótica.
El estreno ahora de su adaptación cinematográfica promete avivar un fenómeno que nació en 2009 cuando E.L. James, antigua directiva de televisión, empezó a escribir el primer libro de su trilogía, "Cincuenta sombras de Grey", al que siguieron "Cincuenta sombras más oscuras" y "Cincuenta sombras liberadas".
El salto al cine
Y la adaptación ahora a la gran pantalla del primer tomo de la trilogía, "Fifty Shades of Grey", protagonizada por Jamie Dorman y Dakota Johnson, parece que va a seguir la misma estela de éxito.
Dirigido por Sam Taylor, el filme producido por Universal Pictures hará su puesta de largo el 11 de febrero, en la próxima edición del Festival Internacional de Cine de Berlín, y se estrenará dos días después, en la víspera de San Valentín.
Jamie Dorman y Dakota Johnson interpretan a Anastasia Steele y Christian Grey, los célebres personajes creados por la británica E.L. James, seudónimo de Erika Leonard, de madre chilena y padre escocés.
Si se le quitan las escenas de sexo explicito, algunas con tintes sadomasoquistas, "Cincuenta sombras" es una clásica historia de amor que se ha traducido a más de una cincuentena de idiomas y ha vendido en todo el mundo más de cien millones de ejemplares.
"Seis de esos cien millones corresponden a los libros vendidos de la trilogía en castellano (cuatro millones en España y dos millones en América Latina)", explica a Efe Ana Liarás, directora editorial de Grijalbo (Penguin Random House Grupo Editorial).
Para Liarás la gallina de los huevos de oro que James creó "nació de su habilidad de fundir en un solo género la novela romántica y la erótica, modernizando la primera y sacando del armario a la segunda, al tiempo que daba profundidad psicológica a los personajes y un ritmo muy visual y cinematográfico al relato".
James es una de las primeras autoras de éxito nacidas del mundo "fanfiction" (literalmente, "ficción de fans"), es decir, relatos escritos por seguidores de una obra, ya sea literaria, cinematográfica, grupo de música o videojuego, y le da una continuidad a su antojo.
"En su caso, el punto de partida fue la serie "Crepúsculo", aunque despojando a sus personajes de su carácter sobrenatural y dándoles sexo", según explica a Efe la editora de Esencia y Zafiro (Grupo Planeta), Ester Escoriza, quien no tuvo la suerte de "fichar" a James en su catálogo de autoras, pero sí se ha apuntado importantes éxitos editoriales al "rebufo" de "Cincuenta sombras".
Fue Liarás quien tuvo la agudeza y la suerte de hacerse con los derechos en español de "Cincuenta sombras", "por no mucho dinero", en marzo de 2012, cuando el fenómeno empezaba a despuntar en internet en formato de libro electrónico.
El erotismo sale del armario
La alerta la había recibido poco antes por parte de los "cazadores" de tendencias del grupo Random House en Estados Unidos, donde una editora tuvo conocimiento de la existencia de esa obra por las madres del colegio al que llevaba a sus hijos.
De ahí surgió al principio la etiqueta "porno para mamás" para hablar de este tipo de libros, una denominación que Liarás considera "inapropiada", ya que nunca abandona el terreno "erótico".
Una apreciación que también comparte Escoriza: "Para masoquismo, Malenka Ramos", apunta, en alusión a la autora española de "Venganza", "De rodillas" o "Sin compasión", cuyas novelas se venden en internet en versión "dura" y más edulcoradas en papel.
Liarás, por su parte, también rechaza las críticas y denuncias de que "Cincuenta sombras" fomente la violencia contra las mujeres, "pues Anastasia Steele nunca es forzada por Christian Grey a hacer algo (sexualmente) que ella no quiera", argumenta.
"Se trata de sexo consentido, no se hace apología de nada", insiste la directora editorial de Grijalbo, en cuyo sello se publica ahora un "pack" especial con la trilogía, pensado como regalo para San Valentín, que integra una faja con un fotograma de la película.
Liarás afirma tajante: "nunca imaginé que esto se convirtiese en lo que se ha convertido. Sabía que tenía algo bueno entre las manos, que es lo que buscamos todos los editores, algo que nos sorprenda y que marque tendencia, pero nunca pensé que vendería seis millones de ejemplares en español".
Y todo apunta a que la cifra seguirá subiendo gracias al estreno de la película.
En este sentido, su colega Escoriza destaca que buena parte del éxito de "Cincuenta sombras" la tuvo "una campaña de promoción, para quitarse el sombrero, que Random House hizo en Estados Unidos, una campaña viral en Amazon impresionante, que logró que cuando el libro, vestido muy bien con la etiqueta de 'porno para mamás', llegase a cualquier país, se vendiese muy bien".
Obras a su rebufo
Desde que "Cincuenta sombras" salió en 2012, la fórmula acuñada por James de "joven millonario y dominante conoce a chica guapa y sumisa con la que explora todas sus pasiones en escenarios de lujo", ha sido recuperada y explotada hasta la saciedad por otras autoras.
En el mercado editorial en español, la más seria competidora de E.L. James es la estadounidense Sylvia Day, que ya va por la cuarta parte de su serie "Crossfire" (Espasa), "Cautivada por ti", que también adereza una historia de pasión con escenas de alto voltaje, aunque esta vez el escenario se traslada desde Seattle a Nueva York.
Con veinte novelas en su haber, Day sigue los pasos de James también en el terreno audiovisual al lograr vender los derechos de "Crossfire" a una productora que hará una serie de televisión sobre la tórrida historia de amor entre Gideon Cross y Eva Trammell.
Destacadas del pelotón de autoras de novela erótico-romántica pedalean también la española Megan Maxwell, que innova con una protagonista independiente y guerrera; las estadounidenses Julie Kenner y Anna Todd; o la británica Jodi Ellen Malpas.
"Se trata de un nicho de mercado, con lectoras compulsivas y adictas a un género que para ellas es como una "droga"", dice Escoriza.
Las editoriales tratan de sumarse al efecto "Cincuenta sombras", aunque hay quienes hablan ya de cierta saturación de estas nuevas "barbaras cartland" subidas de tono, algo que Escoriza niega desde la atalaya de sus dos sellos, Esencia y Zafiro, dedicados en exclusiva a los géneros de novela romántica y erótica.
Literatura popular, de entretenimiento, para caldear, también, el alicaído mercado editorial.
* Reportaje EFE