"No podemos abrir en junio, pero sí hacerlo a finales de julio y dejar la inauguración para septiembre", declaró el hijo del pintor malagueño.
Claude Picasso, hijo del pintor malagueño Pablo Picasso, insiste en reabrir en julio el museo parisino dedicado a la obra de su padre, pese a la falta de personal y al retraso en las reformas, que comenzaron en el año 2009.
"No podemos abrir en junio, pero sí hacerlo a finales de julio y dejar la inauguración para septiembre", declaró en una entrevista publicada por el diario Le Figaro el patriarca de los Picasso, miembro asimismo del consejo de administración de la pinacoteca.
Para lograrlo "es necesario terminar el proceso de remodelación antes de julio, porque durante el mes de agosto los diferentes servicios necesarios para llevar a cabo la tarea serán difíciles de movilizar", expresó.
Claude Picasso, que el pasado lunes se reunió con el primer ministro de Francia, Manuel Valls, aseguró la semana pasada que el gobierno de Francia se "carcajeaba" de él y de su padre debido a la demora en la reapertura del museo.
Estaba previsto que la pinacoteca reabriese sus puertas en junio, pero probablemente la reapertura tendrá lugar a partir de septiembre.
El hijo de Picasso ha defendido a capa y espada la gestión de la directora del museo, Anne Baldassari, cuyo carácter ha chocado con parte del personal del museo durante el proceso de remodelación, una tensión que se tradujo en la renuncia de tres integrantes del equipo ejecutivo y que abundó en la demora de los trabajos.
"Es ella quien apostó por la ampliación de las salas, quien organizó exposiciones en el extranjero para financiar las reformas y quien concibió los nuevos espacios donde desplegar de la mejor manera posible las cerca de 5.000 piezas", señaló Claude Picasso.
Oficialmente, subraya Le Figaro, las obras no han terminado aún y se necesita contratar a cuarenta vigilantes y cuidadores para trabajar en el museo.
El heredero reconoce este extremo, pero se escuda en los "235.000 euros mensuales de beneficio" que, según sus cálculos, implicaría la apertura del museo durante el verano. También justifica su postura en la conversación que mantuvo el lunes con el jefe de personal de la pinacoteca, quien le aseguró que "era posible abrir antes de septiembre" y que los problemas entre empleados y directora "no eran graves".