El rendimiento en el trabajo no depende sólo del empleado, sino también de las decisiones de la directiva de la empresa.
Muchas veces pasamos más horas al día en el trabajo que en nuestra propia casa. Por ello, el ambiente laboral pasa a ser determinante en la calidad de vida. Es por esto que las empresas deben aplicar medidas para que el tiempo y lugar de empleo sea agradable, ya que eso implica también una mayor productividad.
“El término gestión social empresarial dice relación con enfocar los problemas de la organización de una manera multidisciplinaria para entenderlos y así poder tomar decisiones adecuadas con la finalidad de alcanzar los objetivos propuestos. Desde esta perspectiva, la productividad es parte de la gestión”, aclara Luis Yáñez, docente de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad del Pacífico.
Por eso, cuando los niveles de productividad y rendimiento de los empleados son bajos, no es sólo una suma de problemas personales, sino que es posible que el ambiente laboral y otras situaciones estén mermando la motivación de los trabajadores. “La empresa debe investigar las razones por la cuales la productividad es baja o bien buscar la forma de aumentarla. Hace bastante tiempo se sabe que el clima laboral y ciertas condiciones inciden directamente en los resultados económicos”, asegura Yáñez, Magíster en Gestión y Administración de Empresas.
Ya hay empresas que comprenden la relación directa que existe entre un trabajador ‘contento’ y la productividad de la firma. Por ello, los departamentos de Bienestar y en algunos casos de Recursos Humanos, comienzan a tomar medidas para mejorar la experiencia de sus empleados.
“Algunas organizaciones adscriben al bienestar, entendida ésta como otra organización con personalidad jurídica, normalmente una corporación, donde los socios son los propios trabajadores y donde hay apoyo de la empresa. Por supuesto un aliciente importante para un trabajador es la cantidad de beneficios que reciba de parte de la empresa”, explica Yáñez.
El especialista señala que la gestión social empresarial no sólo se limita al incentivo económico, sino también a otros factores que inciden directamente en la calidad de vida de cada individuo. “Hoy el nuevo contexto organizacional promueve el empoderamiento, la toma de decisiones y la flexibilidad laboral. La empresa necesariamente debe ‘sembrar’ un ambiente de confianza, a través de medidas concretas que van enfocadas a un aplanamiento de la estructura organizacional”, plantea el académico de Trabajo Social de la Universidad del Pacífico, quien además señala cuatro medidas fundamentales que debe aplicar una empresa para mejorar el ambiente laboral y, con ello, la productividad:
1. Disminuir la formalidad y la centralización en la toma de decisiones.
2. Disminuir la complejidad, entendida esta como división del trabajo. Esto se traduce en permitir que las personas no realicen tareas estandarizadas.
3. Aplicar otros beneficios que no sean exclusivamente la renta.
4.Establecer disposiciones espaciales y físicas que permitan reducir el estatus y poder. Por ejemplo, que no exista una oficina separada del jefe y los empleados, evaluación en 360 grados, trabajo conformado por equipos multifuncionales, etc.
“Si se aplica esto, las personas no serán sólo recursos, sino colaboradores y partícipes de los resultados. Esto se reflejará en los resultados económicos, en la rotación del personal, en el número de licencias médicas, en síntesis, en la calidad de vida de las personas que trabajan en la empresa”, concluye Luis Yáñez.
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