La institución utiliza el modelo "One Stop Clinic" en el que las mujeres pasan un día completo realizándose exámenes y por la noche ya cuentan con resultado y tratamiento.
El barrio periférico de Villejuif, al sur de París, nunca va a rivalizar con la Torre Eiffel como un lugar turístico. Pero todos los días, las salas de espera bien iluminadas y las salas del hospital Gustave Roussy, que se ubica ahí, son tomadas por cientos de visitantes, algunas de ellas después de haber viajado miles de kilómetros en busca de esperanza.
Desde que se abrió hace 70 años, el Instituto Gustave Roussy se ha convertido en el centro de oncología líder en Europa y uno de los mayores hospitales especializados en el mundo del cáncer. Los 3.000 médicos y profesionales que trabajan allí son especialistas en tumores raros y complejos. Otros, como la radióloga Corinne Balleyguier, están desarrollando nuevas formas para diagnosticar y tratar el cáncer. “A veces hay imágenes que son difíciles de interpretar, y estas mujeres no saben si tienen cáncer o no”, dice ella. “La incertidumbre puede ser agotadora y queremos reducirla tanto como sea posible.”
Balleyguier cuenta que en el pasado, muchas mujeres tuvieron que esperar hasta dos meses para obtener un resultado. “Eso es demasiado tiempo”, dice. "El reloj no se detiene y tenemos que actuar lo más pronto posible y comenzar el tratamiento de inmediato". Es por eso que ella y sus colegas crearon One Stop Clinic, un proceso de diagnóstico que dura todo el día, en el que las mujeres con resultados anormales de mamografía y lesiones que podrían estar relacionadas con cáncer de mama llegan por la mañana y salen con un resultado y un plan de tratamiento para la noche.
La idea de una escala clínica se remonta a 2004, cuando Balleyguier y Suzette Delaloge, profesora asociada de oncología y jefa del departamento de cáncer de mama en el Gustave Roussy, comenzaron a buscar formas de acelerar el diagnóstico. En ese momento, casi 50,000 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama en solamente un año en Francia. “Empezamos a ver más pacientes jóvenes con mamas densas y lesiones más complejas”, recuerda Balleyguier. “Queríamos desarrollar un enfoque multidisciplinario que ofreciera un servicio de alta calidad y redujera el tiempo entre las evaluaciones iniciales y el diagnóstico”. Según Delaloge en ese momento no había nada así", o al menos no en la gran escala en la que estábamos planeando".
Después de una década de ajustes y avances, la clínica ocupa ahora, todos los lunes, varias salas de examen y oficinas en la planta baja del nuevo edificio de la Gustave Roussy. “En aquellos días, nos dedicamos por completo a nuevos pacientes”, dice Balleyguier. “No atendíamos a nadie más.”
Las mujeres, por lo general entre 20 y 30 pacientes, comienzan a llegar alrededor de las 8 de la mañana. Una enfermera las divide en tres grupos para dirigirlas con tres diferentes especialistas que llevan a cabo pruebas de laboratorio y de imágenes en máquinas que incluyen el último sistema de mamografía digital 3D de GE, SenoClaire, que es un sistema de rayos X de baja dosis que permite a los médicos visualizar la mama en rodajas de 1 mm, examinar cada una y, potencialmente, reducir la cantidad de falsos positivos. La tecnología utiliza la misma cantidad de radiación de una mamografía 2D tradicional.
Los casos más graves van directamente a un oncólogo para establecer un plan de tratamiento. Las mujeres con lesiones sospechosas de menos de 10 mm primero consultan a un cirujano, que por lo general hace una serie de otras pruebas. Y el último grupo consulta a un radiólogo.
Jean-Baptiste Brunet, quien trabaja en el Gustave Roussy hace cinco años, es uno de los principales técnicos que hacen imágenes los lunes. Brunet trabajó con ingenieros de GE para desarrollar la nueva plataforma de mamografía y ahora opera la máquina. “Es un largo día”, dice. “Tratamos de hacer que la experiencia sea lo más agradable posible”.
Según Brunet, las pacientes que atiende normalmente llegan con un resultado de la mamografía o ecografía. “El médico dice que se ve algo en una parte de la mama, y por lo general utiliza CESM para complementar el diagnóstico. Si encontramos algo, la paciente va directamente a la biopsia”.
Por la noche, los médicos llaman a las pacientes a una consulta final para hablar sobre el diagnóstico y el tratamiento. “Los resultados son notables y muy diferentes a todo lo que hemos visto en cualquier otro lugar en el mundo”, concluye Delaloge.
Desde 2004, la One Stop Clinic atiende a más de 11.000 pacientes, de las cuales más del 75% fueron diagnosticadas en el mismo día, de acuerdo con un estudio independiente. “La mayoría de las pacientes que acuden a nuestra clínica no tienen que preocuparse por los falsos positivos o devoluciones, las cuales, como es sabido, son un problema en el diagnóstico de cáncer de mama”.