El mercado espera que la Reserva Federal de Estados Unidos suba las tasas de interés en los próximos meses para enfriar la inflación, pero el aumento del desempleo hace que los operadores apuesten por que los costos de los préstamos el año que viene no acaben siendo tan altos como se había previsto.
Los precios del cobre caían el lunes debido a que la preocupación sobre la demanda de China, el principal consumidor, dominaba el sentimiento, aunque la perspectiva de que las tasas de interés en Estados Unidos alcancen un nivel más bajo de lo esperado ofrecía apoyo.
El cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres (LME) caía un 0,33%, a US$ 7.608 la tonelada a las 1228 GMT.
La debilidad de los sectores inmobiliario e industrial de China, que representan una gran proporción de la demanda de metales industriales, ha hecho mella en los precios del cobre y el aluminio en las últimas semanas.
Por su parte, las persistentes restricciones por el COVID-19 en China también están pesando sobre los metales industriales.
Un sondeo de Reuters mostró que el crecimiento de las exportaciones chinas probablemente haya perdido fuerza en agosto al debilitarse la demanda mundial, y se espera que las importaciones también se hayan desacelerado por la atonía del consumo.
El mercado espera que la Reserva Federal de Estados Unidos suba las tasas de interés en los próximos meses para enfriar la inflación, pero el aumento del desempleo hace que los operadores apuesten por que los costos de los préstamos el año que viene no acaben siendo tan altos como se había previsto.
Esto sería positivo para el crecimiento y la demanda en general. También podría frenar al dólar, haciendo que las materias primas que cotizan en el billete verde sean más atractivas para los compradores con otras divisas.
La baja disponibilidad de existencias en los almacenes registrados en la LME ha sido un tema de muchos meses. En el caso del cobre, ha creado una prima para el metal al contado sobre los contratos a tres meses.
El aumento de los precios de la energía, que han alcanzado máximos históricos desde que Rusia invadió a Ucrania en febrero, ha reducido la producción de aluminio en Europa.
Entre otros metales básicos, el aluminio bajaba un 0,3% a US$ 2.289 la tonelada, el zinc ganaba un 2,5% a US$ 3.213, el plomo caía un 0,2% a US$ 1.885, el estaño subía un 2,6% a US$ 21.695 y el níquel sumaba un 2,6% a US$ 21.060.