Se trata de una de las principales estrategias de Álvaro Uribe para debilitar a las FARC y al ELN. "Ven que lo que están haciendo no tiene sentido", dijo el alto consejero para la Reintegración.
Bogotá. Los dos principales grupos guerrilleros izquierdistas de Colombia perdieron alrededor de 2.600 combatientes en el 2009, la mayoría mandos medios que desertaron cansados de la lucha sin sentido en medio del conflicto interno, informó el gobierno de Álvaro Uribe.
La deserción es una de las principales estrategias con las que el gobierno de Uribe ha debilitado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y al Ejército de Liberación Nacional (ELN), conjuntamente con una ofensiva militar que obligó a las guerrillas a un repliegue estratégico.
"El 2009 fue un año muy bueno para las desmovilizaciones, hubo 2.638 guerrilleros que se entregaron a las autoridades", dijo el alto consejero para la Reintegración, Frank Pearl.
El funcionario precisó que, del total de desmovilizados, 2.128 eran de las FARC, 492 eran del ELN y los otros 18 de otros grupos ilegales armados.
"Las personas que se están entregando son gente que tiene entre 10 y 30 años de estar en esos grupos guerrilleros, los mandos medios, las personas más experimentadas están saliendo de los grupos guerrilleros porque ven que lo que están haciendo no tiene sentido", explicó el funcionario gubernamental.
Por otra parte, el número de rebeldes de las FARC que murieron en un bombardeo de la Fuerza Aérea a un campamento en una zona selvática del sur de Colombia ascendió a 25, incluidos tres comandantes, mientras que 20 más fueron capturados o se rindieron, informó el ejército.
El ataque aéreo, que fue apoyado con un asalto por tierra de tropas de infantería, se produjo entre la noche del 31 de diciembre y la madrugada del 1 de enero, en momentos en que decenas de guerrilleros celebraban la llegada del Año Nuevo.
Amplio prontuario. El campamento destruido por las bombas lanzadas por los aviones militares estaba ubicado en una zona rural del municipio de Vista Hermosa, en el departamento del Meta, de acuerdo con fuentes militares.
Entre los 25 rebeldes muertos figuran Luis Antonio Mosquera, Elías Caicedo y Miller Ospina Correa, los tres comandantes del frente 43 de las FARC, encargados de la protección del Jorge Briceño, alias "El Mono Jojoy", el jefe militar del grupo rebelde a quien el ejército trata de ubicar.
Los líderes guerrilleros muertos en el ataque militar tenían un amplio prontuario que incluía asesinatos de civiles y efectivos de las Fuerzas Armadas, ataques contra la infraestructura económica del país, asaltos a poblaciones, narcotráfico, siembra de minas antipersonales y reclutamiento forzado de menores, de acuerdo con el ejército.
Durante la ofensiva militar, considerada como una de las más exitosas contra la guerrilla en la historia reciente, fueron confiscados 46 fusiles, 87 granadas, 14 minas y 50 morrales de campaña.
Desde que el presidente Alvaro Uribe asumió el poder, en agosto de 2002, más de guerrilleros 17.000 combatientes de las FARC y del ELN han desertado, mientras que alrededor de 13.000 murieron en combates y bombardeos.
El popular mandatario colombiano, con el apoyo de Estados Unidos, impulsa una ofensiva militar sin antecedentes contra la guerrilla que obligó a los rebeldes a replegarse a apartadas zonas montañosas y selváticas.
De acuerdo con fuentes de seguridad, las FARC pasaron de unos 17.000 combatientes en 2002 a alrededor de 9.000 en la actualidad, pero aún mantienen su capacidad de realizar ataques de gran impacto principalmente en ciudades, así como en regiones selváticas y montañosas del sur del país.
La guerrilla de las FARC mantiene una fuerte presencia en áreas consideradas claves para la producción y el tráfico de cocaína, de acuerdo con fuentes de seguridad.