Familiares de las víctimas realizaron las denuncias y diversas autoridades colombianas comenzaron la investigación, aparentemente habrían sido asesinados por un grupo armado.
Bogotá. Los familiares de diez jóvenes colombianos denunciaron que siete de ellos fueron asesinados en Venezuela y que se desconoce el paradero de otros tres.
Al parecer, los jóvenes, de un barrio popular de la ciudad de Barranquilla, trabajaban en diferentes fincas del estado fronterizo Zulia, en el noroeste venezolano, y solían reunirse en el río El Limón para descansar tras su jornada laboral.
Allí fueron hallados los cuerpos de al menos siete de ellos, desde donde fueron trasladados posteriormente a la morgue de la ciudad de Maracaibo, la capital de Zulia.
El cadáver de un joven identificado como Carlos Alberto Meriño fue sepultado en Maracaibo, mientras que el de otro joven, conocido como "Goyito" y del que no se conoce su identidad, fue enterrado en Barranquilla.
La prima de Meriño, Nancy Meriño, dijo que las autoridades de Medicina Legal de Maracaibo sólo les informaron que los jóvenes fueron "masacrados, torturados y con un tiro en el pecho fueron tirados al río El Limón".
Los otros cinco cadáveres están en la morgue de Maracaibo y, según la versión, aún hay tres personas desaparecidas.
Los familiares de los jóvenes pidieron a las autoridades venezolanas que se inicien una investigación al respecto y se identifiquen a los responsables.
En los últimos meses se han registrado más de una veintena de asesinatos de colombianos en Venezuela y, en lo corrido de 2010, al menos nueve perdieron la vida en el país vecino.
La Defensoría del Pueblo colombiana denunció el pasado diciembre la muerte de un colombiano de 21 años de edad que se dedicaba al comercio ambulante en Tucupita, la capital del estado venezolano Delta Amacuro.
Otros 10 colombianos y un peruano fueron asesinados en la zona de frontera por parte de un grupo armado que no ha sido identificado.
Varios organismos de seguridad venezolanos localizaron el pasado agosto seis cadáveres en descomposición, de los que cinco eran de colombianos, en el río Las Acequias, del municipio Antonio José de Sucre, de Barinas.
Las autoridades colombianas señalaron entonces que las seis víctimas aparecieron sepultadas como "N.N." tras ser asesinadas por asfixia mecánica, según los forenses.
Todavía se esperan en Colombia informaciones sobre el curso de las investigaciones que se siguen en Venezuela por estos crímenes.
Estos hechos se desencadenaron en el marco de la crisis en las relaciones entre Colombia y Venezuela a raíz del acuerdo militar por el que Estados Unidos puede utilizar al menos siete bases colombianas.