Estudio realizado por Acemi, en el que se usó información recolectada entre 2010 y 2014, concluyó que los pacientes que consultan por estos problemas aumentó 42,5 % en cuatro años.
Aunque aún son varias las incógnitas que rodean el tratamiento de problemas y trastornos mentales, lo cierto es que en Colombia estas enfermedades siguen aumentando. Cifras como las que arrojó la Encuesta Nacional de Salud Mental, realizada en 2015, donde se descifró que por lo menos un 44,7 % de la población infantil de 7 a 11 años tiene algún signo para presentar trastornos mentales, indican que en el país esta es una tendencia que crecerá.
Pero ya con el diagnóstico sobre la mesa, ¿está preparada Colombia para atender a esta población? ¿Usamos o no los servicios de salud mental? ¿Se está fallando en algo? Parte de las respuestas a estas preguntas fue lo que buscó encontrar Mónica Zúñiga Núñez, coordinadora de epidemiología y salud pública de la Asociación Colombiana de Medicina Integral (Acemi).
En un estudio que recolectó la información disponible entre 2010 y 2014 en la base de datos del Sistema de Información de la Protección Social (Sispro), sólo teniendo en cuenta pacientes del régimen contributivo, la investigadora encontró que el número de personas que recibieron servicios en salud mental aumentó un total de 42,5 % en sólo cuatro años y que, en promedio, cada año 530.000 personas reciben alguna atención por problemas de salud mental.
Para llegar a esta conclusión, Zúñiga tuvo en cuenta la frecuencia de uso de los servicios, obtenida al dividir el número total de atenciones de la población afiliada entre el total de afiliados por cada año. Igualmente, para conocer cuál era la intensidad de uso, el estudio averiguó el promedio de cuántas veces cada una de estas personas usaba los servicios.
Así se concluyó que en promedio cada año en el régimen contributivo se dan 3.150.000 atenciones en salud mental, el 85 % de éstas en el ámbito ambulatorio, el 10 % en los hospitales, el 3 % en urgencias y sólo el 1 % en el domicilio. No obstante, según explicó Fabián Cardona, vicepresidente de Acemi, el ámbito que más presentó aumento de frecuencias en estos cuatro años fue la hospitalización, lo que podría indicar que los pacientes están siendo captados tardíamente.
“En la enfermedad crónica de salud mental una persona es diagnosticada hasta 10 o 15 años después de que aparecen los primeros síntomas. El hecho de que la hospitalización sea la que más está creciendo, puede indicar que estas enfermedades se descubren cuando ya son crónicas”, indicó a El Espectador.
En cuanto a la frecuencia de uso, el estudio encontró que en promedio 13 de cada 100 personas usan los servicios de salud mental y que, de estas personas, cada una recibe un promedio de cinco atenciones al año. Para 2014, específicamente, las edades en las que más se consultó al respecto fue de los 19 a los 44 años, seguido de los mayores de 75 y de los niños entre los 5 y los 14 años.
“En el rango de edad entre los 19 a 44 años es donde las personas empiezan a afrontar ciertos aspectos de la vida que los pueden afectar, porque hay que tener en cuenta que la enfermedad mental tiene un gran componente socioeconómico. Tiene que ver con cosas como el desempleo o el uso de sustancias psicoactivas, las que se presentan más en estos períodos”, aclara Zúñiga.
Ahora, parte de la razón para que las personas estén consultando más los servicios de salud mental últimamente parece tener que ver con una fórmula que incluye varios aspectos. Con los años hay mejor información, las políticas públicas han impulsado la atención en salud mental y se ha generado mayor sensibilidad por el tema.
Una pista que, como lo advirtió Cardona, sirve para entender cómo abordar los problemas mentales. “Sabemos que, como todas las enfermedades crónicas, esta es una patología que está creciendo. Por esto necesitamos poner en marcha una política en salud mental que se entienda como un tema de salud pública”. Pues, a la final, el hecho que las personas estén acudiendo más a los servicios de salud mental no significa que estas enfermedades no existieran antes, sino que se han dado unas mejoras para poder ser conscientes de ellas y poder tratarlas con tiempo.