La gobernación de Cundinamarca empleó la última tecnología de Inteligencia Artificial de Voz, VOIQ, para detectar casos de COVID-19 a gran escala y salvar vidas.
A medida que la ola inicial de COVID-19 comenzó a aumentar, el gobierno colombiano vio la necesidad de contactar a millones de ciudadanos en cuestión de horas y detectar casos potenciales para salvar tantas vidas como fuera posible.
En busca de la última tecnología impulsada por inteligencia artificial (IA) en Silicon Valley, se pusieron en contacto con VOIQ, un sofisticado software de Inteligencia Artificial de Voz, para tener conversaciones con sus ciudadanos por teléfono.
Así, Colombia se convirtió en el primer país a nivel mundial en usar VoiceBots (asistentes de voz que hacen llamadas y tienen conversaciones personalizadas con clientes) a gran escala con la posibilidad de diagnosticar a millones de personas en cuestión de horas, en lugar de semanas o meses con un equipo formado exclusivamente por humanos. Además, lograron resultados sin precedentes con los VoiceBots superando a los humanos 10 a 1, los cuales se detallan en este reporte publicado recientemente.
"Hay casos de regiones con una alta concentración de población, con más de un millón de habitantes, que estuvo en una situación grave antes de que implementáramos una herramienta sofisticada de comunicación masiva para rastrear el virus", comenta Andrés González Díaz, ex gobernador de Cundinamarca y embajador ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
El equipo visionario de colombianos encabezado por el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos, decidió utilizar la plataforma de Inteligencia Artificial de Voz, VOIQ, para su iniciativa de contacto masivo y así pudo empezar a llamar a cada ciudadano del departamento de Cundinamarca, que cuenta con 10 millones de habitantes.
Estos VoiceBots que hablan como humanos, mantuvieron conversaciones personalizadas con cada ciudadano e hicieron preguntas sobre síntomas, condiciones preexistentes y la posible exposición viral. Los VoiceBots se optimizaron usando acentos regionales y un lenguaje neutro y directo que todos los colombianos podían entender fácilmente. Las respuestas dadas por cada individuo fueron capturadas automáticamente y los posibles casos de alto riesgo se enviaron al equipo de la gobernación para que se tomaran las medidas necesarias.
Lo anterior, combinado con otras modificaciones clave que se hicieron a la campaña, crearon resultados sin precedentes. Mientras que la tasa de respuesta promedio para una campaña telefónica realizada por humanos es del 7%, esta campaña tuvo una tasa de respuesta promedio del 75%, contactando 10 veces a más personas para el diagnóstico de posibles casos de COVID-19 que con humanos. Los VoiceBots demostraron ser un faro de esperanza en la lucha contra la pandemia. Le han permitido al gobierno colombiano hablar con cientos de miles de ciudadanos, rastrear miles de casos potenciales y salvar miles de vidas en el proceso.
"Colombia es el testimonio de cómo la tecnología puede ayudarnos a mejorar nuestra comprensión de la propagación del COVID-19 y la transmisión de la enfermedad. Con una población de 10 millones de habitantes, Cundinamarca es un pionero en utilizar la última tecnología de inteligencia artificial de voz para contactar de forma personalizada a sus ciudadanos y permitir una detección de COVID-19 rápida y eficiente", explica Nicolás García.
Gracias al caso de éxito del uso de VoiceBots para identificar casos de COVID-19 por parte del gobierno colombiano, varias organizaciones globales están interesadas en usar este tipo de tecnología de inteligencia artificial de voz para liderar campañas de comunicación de misión crítica.