Novartis se negaría a negociar con el gobierno colombiano los precios de su droga Imatinib para no generar un precedente.
Cluster Salud. Hoy miércoles vence el plazo dado por las autoridades de salud colombianas a la farmacéutica Novartis A.G. con el fin de que se avenga a negociaciones destinadas a obtener un precio más bajo de su medicamento Glivec, utilizado para el tratamiento de la leucemia.
La perspectiva es que el laboratorio suizo se niegue de plano a ello. La coincidencia de que, en estos días, se haya conocido que -mediante el Informe 301, que la Oficina de Comercio de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) publica los resultados de la evaluación del comportamiento de los países con los que PhRMA, gremio de las multinacionales farmacéuticas estadounidenses, sostiene relaciones comerciales- se ha pedido que Colombia pase de Watch List (Lista de observación) a Priority Watch List (Lista de vigilancia prioritaria), parece una forma de presión sobre el gobierno del presidente Manuel Santos.
En la práctica, el objetivo del ministro de Salud Alejandro Gaviria, es lograr que la farmacéutica acepte vender la droga al sistema de salud por un valor que no supere los $ 140 por miligramo (US$ 0,05).
Ante una negativa, por vez primera en la historia de Colombia, se declararía que existen razones de interés público para permitir la fabricación de un producto patentado, sin el permiso del propietario. Lo que se aplicaría al principio activo del medicamento, el Imatinib.
Desde de febrero del 2012 Novartis posee una patente por la droga. A partir de ello, los productos genéricos quedaron fuera de mercado y el laboratorio se quedó con el un monopolio.
Luego, en noviembre del 2014, la Fundación Ifarma, Misión Salud y el Centro de Información de Medicamentos de la Universidad Nacional pidieron al Ministerio de Salud declarar de interés público "el acceso al medicamento Imatinib en Colombia, bajo condiciones de competencia”.
Ello derivó en un proceso polémico hasta que, el 3 de marzo pasado, un comité técnico indicó la existencia de razones de interés público para la liberación de la fabricación, pero sugirió, antes, ofrecer una negociación con la farmacéutica, a lo cual esta se ha negado. De hecho autoridades suizas han peticionado a sus pares colombianas advirtiendo la posibilidad de un deterioro de las relaciones si el laboratorio pierde el monopolio. Al parecer, Novartis se niega a aceptar la negociación pues ello generaría un precedente.
