En 2017 se suspendieron de Mercado Libre 3054 publicaciones que hacían referencia a productos fraudulentos. La mayoría prometen adelgazar, potencia sexual y más inteligencia.
“Controlar productos fraudulentos que se venden a través de plataformas digitales es un reto nuevo en todo el mundo. El comercio electrónico es algo relativamente reciente y la vigilancia es diferente a la que estabamos acostumbrados las autoridades de cada país”, reflexiona Javier Guzmán director del Invima luego de presentar un informe en el que da cuenta de los avances logrados en los últimos dos años.
En 2017 la entidad, gracias a un acuerdo con plataformas digitales como Mercado Libre, logró que se cancelaran 3.054 publicaciones que hacían referencia a productos fraudulentos. En Facebook se suspendieron 65, que posiblemente tenían efectos adversos y que se desconocía su composición. Además, hubo 100 publicaciones suspendidas en otros sitios.
Este año, el Invima ya ha suspendido 544 publicaciones de productos en Mercado Libre. Los productos “milagrosos” más promocionados prometen reducción de peso en poco tiempo, otros aumentar la potencia sexual o multiplicar el coeficiente intelectual. Otro de los artículos que con frecuencia suelen venderse en páginas web son los dispositivos médicos. En 2017, el Invima tuvo que retirar 128. Según sus cálculos, el 90% de esos productos son ofrecidos por personas no autorizadas.
En 2017 la entidad, gracias a un acuerdo con plataformas digitales como Mercado Libre, logró que se cancelaran 3.054 publicaciones que hacían referencia a productos fraudulentos.
A pesar de los buenos resultados Guzmán sabe que están luchando contra un monstruo de mil cabezas: “esto no es suficiente porque aparecen más y más productos. El trabajo en educación sanitaria, el autocuidado es algo esencial. Que cada colombiano entienda que consumir un producto puede poner en riesgo su salud. Las autoridades no pueden solucionarlo de manera unilateral”.
Pensando en estrategias más efectivas para combatir este fenómeno, la entidad decidió apostar por iniciativas de mayor impacto comunitario como crear una serie virtual que titularon “Los Sánchez”. A lo largo de ocho capítulos, que superaron las 10.000 reproducciones cada uno, ilustraron diferentes situaciones de peligro que enfrentan los colombianos al consumir productos fraudulentos.
Otra de las estrategias que impulsa la entidad se llama “Los milagrosos sospechosos”. En este caso, explicó Guzmán, “se trata de llegar al consumidor con las mismas herramientas que usan los productos fraudulentos, un fuerte componente visual y redes sociales para distribuir el mensaje”. El año pasado los funcionarios encargados de la campaña decidieron hacer un experimento social. Crearon una página web en Facebook con productos ficticios con propiedades que exageraron casi hasta lo absurdo. Aún así en 15 días habían logrado más de 100.000 interacciones con usuarios y unas 1.000 personas habían hecho pedidos. Los usuarios eran luego guiados a una página del Invima con información educativa para que tomaran mejores decisiones.
“Otra de las dificultades que enfrentamos es que la legislación colombiana no es muy clara en hacer responsables a las plataformas y a los medios de comunicación que permiten publicidad o venta de estos productos”, se lamenta Guzmán.
Sin embargo, el Invima está fortaleciendo el trabajo conjunto con la Fiscalía General de la Nación. Al estudiar los patrones de comercialización de estos productos han descubierto principalmente dos modalidades.
Muchos productos terminados ingresan al país a través de tráfico postal. En estos casos la mayoría proviene de China. La segunda modalidad consiste en la importación de materias primas que se utilizan para fabricar los productos en diferentes ciudades. Solamente en un operativo realizado en Cota (Cundinamarca) se decomisaron mas de 4 millones productos alterados y fraudulentos valorados en 15 mil millones de pesos (US$ 5,2 millones).
“Queremos sensibilizar a las colombianos sobre los riesgos de estos productos. Demostrarles que ninguno de ellos es inocuo y están siendo engañados en su buena fe”, anotó Guzmán.