La EPS, sancionada por la Supersalud al no garantizar una adecuada prestación de servicios a 3.238 usuarios, aseguró que dio respuesta a los casos y que cuenta con la debida documentación que lo prueba.
Luego de que la Superintendencia Nacional de Salud multó en primera instancia a la EPS Medimás a pagar $1.100 millones (US$ 365.860) –por “fallas graves” al no garantizar una correcta prestación de servicios de salud a más de 3.000 pacientes– la aseguradora anunció que apelará la decisión e interpondrá un recurso de reposición ante la Superintendencia Delegada de Procesos Administrativos.
De acuerdo con Alejandra Avella, secretaria general de la EPS, una vez notificados de la sanción, se encuentran en el análisis de cada uno de los casos que esboza la Supersalud: “Tenemos los documentos del cierre de cada uno de ellos (…) haremos la argumentación en relación con qué se viene y en qué tiempo dimos las respuestas a los casos”.
No había pasado ni un mes de su creación para que Medimás, que nació tras la venta de Cafesalud, recibiera quejas por una mala prestación del servicio de salud. Para noviembre, con solo cuatro meses de creada, ya eran las 943 peticiones, quejas y reclamos que sus usuarios entregaron a la Defensoría, y en cuestión de meses, la EPS ya acumulaba 85.374 tutelas interpuestas por sus pacientes. (Lea: Multan a Medimás por mal servicio a más de tres mil afiliados)
Por esa razón, a principios de noviembre la Superintendencia de Salud señaló que le abriría dos investigaciones. La primera tenía que ver con presuntas omisiones en la formalización de contratos de su red de prestadores y la segunda –por la que fue multada– con el incumplimiento en la prestación de servicios de salud a sus usuarios.
En ese sentido, la secretaria general de la EPS manifestó que, previo a la sanción, se hizo un informe de cada uno de los 3.238 casos y habían comenzado el proceso de atención a los pacientes. Sin embargo, criticó que la Supersalud haya iniciado el proceso “hace dos semanas y en tiempo récord generó una sanción”.
“Nosotros habíamos dado parte de novedad a la Superintendencia Delegada para la Protección al Usuario sobre los 3.238 casos y les habíamos dicho que cerramos el 100% de los casos analizados. Por esto, a partir de octubre, que fue notificada la medida cautelar, hacemos todas las gestiones y el 15 de noviembre reportamos el 100% de cierre de casos a la Superintendencia”, agregó Avella.
La EPS admitió que, a partir del 1 de agosto, cuando inició operaciones, hubo insatisfacciones de algunos de los usuarios; no obstante, señaló que se trata de casos heredados: “Teníamos que empezar a darle cobertura a esos pacientes, a quienes no se les brindó la prestación del servicio correspondiente. Algunos de esos casos vienen de nuestros usuarios cedidos por Cafesalud, y a partir de ahí, con la identificación de qué servicios requerían y dónde estaban ubicados, iniciamos el proceso de atención inmediata”, precisó Alejandra Avella.