A través de su blog, aseguró que para que se pueda volver a pensar en un sistema financiero viable, hay que solucionar la crisis que se arrastra desde hace diez años.
El Espectador. En la última publicación de su blog el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, habla sobre la reforma de salud y cómo, desde hace casi diez años, la crisis financiera del sistema se debe a que “se ha gastado más de lo que tiene y sigue gastando más de lo que tiene”.
Este desequilibro, explica, se debe a que el sistema está recargado, ya que está asumiendo costos derivados de los nuevos medicamentos de alto costo, los excesos judiciales, la ineficiencia y la corrupción. Por ende, para que se pueda volver a pensar en un sistema que sea financieramente viable, habría que “solucionar la crisis que viene desde hace diez años y recuperar el equilibrio en la operación corriente del sistema”.
Además, explica Gaviria, la culpa de los fallos del sistema no puede recaer en la excusa de que las EPS no pagan.
“En Antioquia, por ejemplo, el problema no es que Savia Salud no pague. Ya pagó todo lo que tenía (…). El verdadero problema es un exceso de gasto en relación a los recursos disponibles; exceso que ha reducido el patrimonio de las EPS y se convirtió además en la principal contingencia fiscal del departamento de Antioquia”, advierte.
Para recuperar el sistema, el jefe de la cartera propone dos estrategias. Primero, el pago de las deudas – ya existe una hoja ruta, bajo el decreto 2702 de 2014, en la que se tardaría siete años para que las EPS se recuperen -. Y segundo, recuperar el equilibrio del sistema a través del Modelo Integral de Atención en Salud (MIAS), las Redes Integradas de Salud, el rediseño del plan de beneficios que implica la creación del Fondo para Prestaciones excepcionales y la incorporación ordenada de las nuevas tecnologías.
“La solución de esta crisis financiera necesita confianza y realismo. No saltos al vacío, ni reformas tremendistas que no resuelven nada y sí aumentan la incertidumbre. La reforma a la salud consiste en la implementación de lo anteriormente descrito. Ni más ni menos”, concluye el texto.