La ofensiva militar se realizó cuando miembros de tres grupos armados ilegales combatían por el control de la región para el tráfico de drogas y de armas, en el departamento de Córdoba.
Bogotá. Una ofensiva militar por aire y tierra contra grupos armados ilegales que se disputan el control del narcotráfico en el norte de Colombia dejó ocho muertos y 56 capturados, en el más fuerte golpe contra esas organizaciones, informó el domingo el Ejército Nacional.
La operación militar contra las denominadas bandas de Los Paisas, Los Rastrojos y los Urabareños, conformados por antiguos paramilitares de ultraderecha y dedicadas a la producción y el tráfico de cocaína, se realizó cerca al municipio de Montelibano, en el departamento de Córdoba.
"El resultado de la ofensiva contra estas bandas criminales es de ocho muertos y 56 capturados. Adicionalmente, se logró el decomiso de 56 fusiles, municiones y equipos de comunicaciones", dijo a Reuters una fuente militar.
La zona en donde se realizó la operación militar y se produjeron los combates fue controlada en el pasado por los escuadrones paramilitares de ultraderecha que se desmovilizaron en medio de una negociación de paz con el Gobierno del presidente Alvaro Uribe.
Pero cientos de los más de 31.000 combatientes paramilitares que depusieron las armas se integraron a nuevos grupos armados al servicio del narcotráfico y que ocuparon los territorios que dejaron los antiguos escuadrones paramilitares.
El ejército informó que la ofensiva militar se realizó en momentos en que miembros de los tres grupos armados ilegales combatían unos con otros por el control de la región, estratégica para el tráfico de drogas y de armas.
Colombia es considerado como el primer productor mundial de cocaína, mientras que el narcotráfico es el combustible que alimenta el conflicto interno de más de 45 años que sacude este país y que cobra miles de vidas al año.
El Gobierno también acusa a las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y al Ejército de Liberación Nacional (ELN) de estar implicados en la producción y tráfico de cocaína para obtener millonarios ingresos y financiar sus ejércitos rebeldes.